miércoles, 22 de febrero de 2012

LA CRUDA REALIDAD....

“Aquella noche el viento aullaba, descubriendo los lamentos de aquellos que parecían muertos…sus pasos habían ido demasiado lejos, sin darse cuenta, la noche se había adentrado, adueñándose, la oscuridad de sus pasos. ¿qué hacía allí? ¿por qué había decidido dar aquel paseo en mitad de la tormenta que acechaba?…Sí, recordaba, ahora lo hacía, tenía que ir a un camino único e inimitable, tenía que encontrar una utopía, algo que jamás existiría, mientras la humanidad siguiera reinando en la Tierra…debía encontrar el camino del olvido, para ello necesitaba de algo imprescindible, la memoria…¿pero la memoria lo ayudaría en ese menester? ¿sería capaz de moldearla a su antojo? ¿podría establecer una secuencia lógica para olvidar?.

Su experimento se basaba en recopilar información sumamente dolorosa y después ser capaz de desprenderse de ella, como si fueran mudas de piel, que al desecharlas, se van de la vida, como sino hubieran existido, estando simplemente cada vez más duro, más fuerte, o simplemente más insensible…a veces se le antojaba un camino difícil, ahí estaba, intentando olvidar como aullaba el viento, sin embargo sus oídos parecían recordarle que lo hacía, esa era la cuestión; ¿de dónde provenían los recuerdos?, ¿cómo hacer para liberarse de ellos? ¿qué operación podía hacerse al respecto?.
Tenía una extraña idea, para conseguirlo, y esta noche era la perfecta para ponerla en practica, había recopilado demasiadas experiencias terribles, había pasado, por muertes, perdidas dolorosas más allá de la muerte, esas que se van y no puedes recuperarlas, aunque la muerte no sea el motivo de su perdida definitiva, ¿por qué no olvidar todo? ¿por qué no hacer que el tiempo dejara de existir?…decididamente era el momento del olvido…

Todos los indicios llevaban a que el alma era la receptora de los recuerdos, si era capaz de extirparla todo estaría solucionado, ni siquiera el ser humano sería capaz de recordar…el mayor tesoro podía ser utilizado a su antojo, a su propio beneficio, y él, él ganaría perder todo el dolor que sentía, que ahora era intenso, magnificado por la reciente perdida , clavado en sus retinas aquella mirada acuosa, aquellos labios en movimiento, mientras se despedía ,grabado a fuego, o no, su objetivo era el olvido, y si para ello debía deshacerse de ese alma que la guardaba, entonces lo haría

A través de su fuerza de voluntad, extrayendo esa parte que se había ido, no era el amor, no, aún era peor perder sin saber porqué, preguntarse cada día, porqué existía muerte, la desolación, el hambre, los miedos, los enfrentamientos ¿por qué no borrarlo todo?.
El viento volvía a aullar entre los árboles, los truenos retumbaban en el cielo ahuyentando los pájaros, y la luz del relámpago alumbraba aquella habitación en la que se encontraba, mirar por la ventana, despertar. Había sido un sueño; parecía que sí, que había soñado con el camino del olvido, con la forma de deshacerse del dolor, de desprenderse de un alma que nunca quiso tener.

Su corazón golpeaba a un ritmo insólito, a veces, sus pensamientos se extraviaban, y se iban camino de un lugar que nunca debieron conocer, ahora debía volver a recogerlos y centrarlos, no podía cambiar tanto una persona, y él, no era propenso a los cambios, por eso el olvido y él eran íntimos amigos, un pacto implícito en el que ninguno de los dos se haría daño. Esta noche todo lo que había existido en su vida dejaría de hacerlo, por el único motivo de su voluntad férrea a no contener más recuerdos. Poderosos aliados en su mente, un sueño, y una especial herramienta, aquellas leyendas de dioses lejanos, prodigiosos poderes para hacerlo olvidar.
Chronos, o lo que es lo mismo, El Tiempo, en forma humanizada, detenerlo, hacer que el viento dejara de aullar, que sus sentidos dejaran de percibir el entorno que lo rodeaba, por ahí, podía empezar el autocontrol, abstraerse de cualquier sensación que el cuerpo pudiera sentir, empezar a obviar el aire que azotaba su piel, el aullido que aturdía sus oídos, liberar la mente de esas sensaciones y poco a poco ir adentrándose en sus sensaciones reales de dolor.

Su mente concentrada en obviar todas estas sensaciones, para ir descubriendo que lo va haciendo, que el viento deja de existir, que los relámpagos van desapareciendo, que el sonido de su corazón, le va recordando rítmicamente que está consiguiendo abstraerse de cualquier sentimiento, sus recuerdos se van yendo a alguna parte de donde no tiene idea, pero al menos él, había conseguido deshacerse del dolor profundo de los recuerdos, y quedarse con una sonrisa, con la tranquilidad de poder dormir, despertar de forma nueva, a la nueva vida…¿era ese el camino del olvido?

-Despierta, es la hora!! ¿Qué haces aún dormido?. Es tarde para ir a trabajar!! Anda vago levanta!!…

Un sueño, todo había sido un sueño, agolpados sus recuerdos volvían con total claridad, el dolor, todo…no era posible olvidar, la vida nuevamente lo golpeaba con la cruda realidad…