martes, 12 de noviembre de 2013

ERRATICO...

" El camino se iba estrechando,cada vez era más difícil ir caminando por aquel sendero rocoso,sus pasos se iban trabando al caminar,los pequeños guijarros iban erosionando su piel, los pequeños cristales se inscrustaban en los pies descalzos, apenas sensible al dolor que aquello le causaba, la cuesta se elevaba y se hacia más dura conforme cada paso que daba, tierra basta, árida, llena de piedras y espinos, con aquel aire frío que azotaba su rostro, más nada importaba, su penitencia, su castigo,sabía lo que había perdido, lo que buscaba y el sendero le conduciría hacia aquella extraña sensación que una vez le dirigió la vida. El sonido era extraño, como la primera vez, aquellas notas musicales parecian provenir del mismisimo cielo, de aquella cima que no tenia fin, pero era la única sensación que le daba vida, ni siquiera sabia porqué, su amnesia había hecho estragos en su persona, se había convertido en alguien nuevo hasta para él mismo, las imagénes que se agolpaban en su mente no tenían sentido, solo aquella música, aquel lugar, le daba sentido a algo , aún no sabía a qué, pero era lo único que tenía, por eso estaba allí, por eso había vuelto a subir aquella infernal cima mientras su mente intentaba ordenar aquella sucesión de imagénes caóticas, desordenadas, que lo iban sumiendo en la agonía de no conocerse...

Las notas musicales iban arrancando de su profundo sueño a todo aquel que pasaba por aquel lugar, dulces, meláncolicas, iban arrastrando a los viajeros hacia ese son insólito que se daba en noches de tormenta, como la que descargaba en este momento, los truenos, relámpagos, la lluvia torrencial, el viento azotando el parámo, todo aquel caos aparente, aquella ruidosa tormenta no conseguía ocultar las notas musicales, al contrario, las magnificaba, las elevaba a su máxima esencia,ese cántico hipnótico que iba señalando un lugar, abriendo un camino, descubriendo un misterio, parecía nuevamente que se acababa el mundo aquel día, en aquella tormenta, sin embargo la música la calmaba, y la lluvia torrencial, dañina,violenta, comenzaba a ir calmándose,poco a poco iba dejando la violencia atrás,paralizando el viento, dejando atrás aquellas pequeñas rocas para centrarse tan solo en las letras musicales, en el son de aquella canción, que más que canción parecía una letanía, una sucesión de letras melódicas que controlaba los elementos naturales,incluso a los animales de aquel sitio, uno a uno iban saliendo de sus refugios para pararse a escuchar aquel extraño "Miserere de la Montaña"

Había cesado la lluvía y su mente empezaba a golpear los recuerdos, reuniendo escenas que había vivido para hacer que su cerebro fuera capaz de procesar todo lo que inundaba su desaparecida memoria, ni siquiera sabía porqué estaba allí, en aquel lugar, escuchando aquella música que había detenido la tormenta,maravilloso espectáculo de la naturaleza, la cima de la montaña aparecia brillante rodeada de nubes grises, amenazadoras algunas de ellas seguían relampagueando empeñando aún más su vista, pero magnificando el paisaje, los pájaros estaban sujetos en los árboles girando sus pequeñas cabezas en busca del sonido, del son de la música, casi sin darse cuenta empezó a sentir el frio que el agua habia dejado en su cuerpo, y el dolor de haber sufrido heridas en los pies, pero era algo lejano, casi ajeno a él,excepto por el mismo instinto animal que lo hacia buscar la música.

Misma tormenta, mismo sentimiento, todo parecia igual, nada había alterado su mente, por mucho que buscara el sitio, el momento, al llegar a la cima aquellas imagénes desaparecian como siempre ocurria, aquel nexo de unión entre él y la música desaparecía en cuánto llegaba a la cima, su mente volvia a divagar y la música desaparecia para dejar paso tan solo a un espectacular paisaje en el que la tormenta era dueña absoluta del tiempo, los elementos de la naturaleza se apropiaban del lugar, incluyendo sus recuerdos, o mejor dicho, lo que debían ser sus recuerdos.

Su corazón latia por la vida,su mente había dejado de sentir los sentimientos humanos,su falta de memoria hacia que todo fuera nuevo, y al mismo tiempo aterrador, absolutamente atronador verse a si mismo como una hoja en blanco donde podia escribir todo pero no sentir nada, fingir miles de sentimientos pero no sentirlos, no importaba nada de lo establecido por la naturaleza, era un animal recien nacido a la vida, incapaz de cumplir con los canones de la sociedad, era tan libre que era sincero.

Aquel libro en blanco, que era su vida, ni siquiera existía,estaba lleno de erratas,tachaduras,borrones,todo cabia en su vida menos la realidad porque no existía, tiempo atrás había dejado de existir,la sociedad el mundo que lo rodeaba exigía que viviera conforme al orden establecido, a las mentiras sociales, sin embargo él no podía su amnesia lo había despertado,lo había liberado de cualquier sujeción sentimental, se había deshecho de eso que los humanos llamaban sentimientos, cariño, aprecio, amor...él era solo un animal que hacia o deshacia lo que su instinto primario le ordenaba, perdido dentro de él mismo, buscando un lugar donde encajar porque entre sus congéneres no lo hacía, ni tampoco entre aquellos que decían llamarse familia o amigos, estaba bien donde se encontraba, ahí no podía hacerle daño a nadie, ni siquiera a él mismo, aunque para ser completamente sincero, no sabía el alcance de esa extraña palabra, él volvía a ser aquel libro en blanco,como aquella tormenta empezaba una y otra vez todas las veces los elementos eran los mismos, aire, truenos, relámpagos, lluvia, pero nunca en la misma intensidad, ni en el mismo lugar...todo el misterio que la mente recreaba, al igual que aquella música que siempre acompañaba su camino, su tormenta, decidido a acabar con su libro en blanco, a iniciar nuevamente páginas que adquirieran sentido,fuera o no del agrado de las personas que decían amarlo, él ya no era la persona que un día fue, era algo distinto, porque de un golpe habían dejado su mente errática, sin recuerdos, sin sentimientos, era un niño que empezaba a autoeducarse de nuevo, sin limites, sin nada ni nadie que lo atara a lo establecido, era libre como los pájaros, como la tormenta, y al tiempo que ciclico como el viento...él era un cúmulo de sensaciones que lo convertian en nada, en todo, un ser incapaz de saber lo que estaba sintiendo.