"En la lejanía he sentido tu abrazo,
Aire proveniente de mis pulmones te saciaron,
Sonidos extraños producidos por mis lazos,
Arroparon en algún momento tus labios,
Pasión hiriente tratándose de nosotros dos,
Olvidando las deudas contraídas te he amado...
Descaradamente me has llamado,
En las noches que te escapabas...
Mírame mujer, qué quieres ahora?....A ti...
Perséfone tráela de vuelta quiero verla llorar."
Perséfone 1.9*
"La noche se antojaba larguísima como últimamente, las paredes de la casa eran una cárcel, su mente volvía a querer recordar algo que se escapaba a su control, más su mente una y otra vez quería recordar algo, no sabía qué, pero que la inquietaba hasta el extremo de impedirle dormir cada noche desde hacía...ni siquiera sabía cuánto tiempo llevaba sin dormir, solo que esta noche era más inquietante de lo normal, fuera de la casa el viento aullaba, la oscuridad reinante indicaba que se acercaba una tormenta pero prefería salir fuera que seguir en aquella casa dando vueltas, estaba sola, sin embargo sentía que alguien la vigilaba...
Pisar la calle, sentir el aire frío, hizo que por un momento se despejara, que respirará con más tranquilidad, al menos aparentemente. Aquel árbol la llamaba, era ilógico, cualquiera pensaría que estaba loca, pero aquel árbol llevaba días "hablándole", "llamándola", por eso quizás sus pies se dirigían directamente a él, igual que un imán cuando encuentra su contrario.
Sentarse bajo sus hojas y apoyar su espalda contra su tronco calmó aquella inquietud que la perseguía...su respiración se normalizó, aunque su dolor de cabeza también aumentó.
Instintivamente se llevo la mano al cuello, aquella lágrima que llevaba colgada del cuello desde antes de tener memoria, también la calmaba aquel gesto. Una serie de imágenes inconexas intentan formularse dentro de su memoria pero no adquieren sentido para ella, solo hay una cosa que la inquieta aún más, es cuando en esas imágenes aparecen unos relojes de arena, una sonrisa sarcástica, unas alas, un lirio negro...nunca había visto un lirio negro...solo sabía que iban acompañado de un hombre de hermosos ojos dorados, esos ojos la invitaban a dormir, a descansar, la llenaban de paz.
Inconscientemente está acariciando el árbol en un vaivén de subida y bajada, como quién acaricia el cuerpo amado, con cuidado, suavemente...apenas se da cuenta que el viento ha empezado a aullar con más fuerza y las primeras gotas de agua empiezan a mojar la tierra. Un retoño...es la palabra que viene a su mente, mientras sigue acariciando aquel árbol, cómo sería un retoño?.
El árbol se estremece ante el pensamiento de ella, sus raíces se han movido sin ser causa de su imaginación...aquel árbol se está moviendo...sus dedos cejan en acariciarlo, y de repente acarician su vientre...mientras ocurre este gesto, el árbol se estremece de tal forma que empiezan a caer hojas de él...
No es su imaginación aquel árbol "siente".
-Hola?-es la pregunta loca que le hace al árbol mientras lo mira esperando realmente que un árbol le conteste...
Mueve la cabeza en gesto negativo, se está comportando como una loca, pero realmente allí está tranquila, incluso le está dando sueño, se da cuenta que la lluvia ha empezado a caer con más fuerza, sin embargo no tocan al árbol, ni el sitio donde ella está tumbada a su lado....¡Qué raro es este árbol!.
Bosteza, el sueño al fin quiere venir a ella después de tanto tiempo, sin embargo, sigue teniendo la sensación que ocurre algo raro...
-Hola...-si habla el árbol, sí-
Se sobresalta y mira hacia todos lados, creyendo que ha llegado alguien...
-No, no busques soy yo...
-Tú eres un árbol, no puedes hablar...
-A veces también lo hago...al menos con las personas que no tienen miedo a lo "raro", al igual que tú, creía que me llamabas...
-Yo pensé que lo hacías tú, llevo noches, "escuchando" como me llamas, he pensado que estoy loca, bueno, normalmente lo estoy, pero no de escuchar voces...me entiendes, no?
-Sí, mujer, te entiendo, aunque a mi tu locura me gusta...
-Gracias...a mi, no sé...
-Ja-me haces sonreír y es algo que no suelo hacer muy a menudo.
-Pues es bueno, igual hasta echabas buenos frutos...
-Jajajja...no soy un árbol frutal mocosa...
Esa palabra duele...no sabe porqué pero ha provocado un dolor intenso en su corazón.
-Mocosa?
-Eres joven...
-Sin embargo esa palabra me ha dolido, no, no pienses que ahora estoy loca de verdad, bueno, más loca de lo normal, es que tengo problemas de memoria, creo, y de vez en cuando algo me asalta, como tú...desde que llegué a este lugar, eres mi imán...
-Quizás...además no creo que estés loca, ya te lo dije mocosa...
-Te importaría no decirme así? Me duele la cabeza...
-Podría no decírtelo pero quizás te ayude a recordar lo que no sabes, no crees?
-Quizás...sabes?
-Dime
-Tengo una sensación extraña, al tocarte he sentido que ...
-Qué has sentido mocosa?
-Que estoy embarazada...
Esta vez es el árbol quién se desgarra, quién se estremece violentamente ante las palabras de ella...
-También creo que alguien me vigila, que por eso no me gusta la casa donde vivo, pero no veo a nadie a mi lado, siempre estoy sola, pero...
-Quizás lo estés...
-No lo sé, sé que tú me relajas...sé que no me harías daño, y ni siquiera sé porqué lo sé...no es irónico?
-No lo sé mocosa, no lo sé, pero es cierto yo jamás te haría daño.
-Tú conocerás por casualidad a alguien que tenga unos ojos con pupilas de reloj de arena? Sé que suena raro, pero...es lo que más recuerdo...
-No sabría decirte, conozco a muchas personas raras como dices tú, probablemente a él también...
-A él?Por qué lo dijiste en masculino?
-Porque me da la sensación que ha de serlo para llamarte tanto la atención mujer.
-Mujer...esa palabra mudable, como antes. recuerdo que me llamaba mujer y mocosa alternativamente...tú...me duele la cabeza.
-Deberías cuidarte...
-Sí...
-Mocosa creo que deberías irte, es peligroso que sigas más tiempo aquí.
-Peligroso? por qué?
-Pasa el tiempo y...
-Tengo que proteger a mi hijo, verdad?
-Sí...-su estremecimiento provoca ruidos siniestros-
-Por qué te estremeces cuando hablamos de este tema?
-No lo sé...
-No pensé que fueras mentiroso...
-Ay mocosa! aún sin memoria me das tantos quebraderos de cabeza! siempre me conoces...
-Conocerte? Apenas sé quién soy, ni siquiera sé porqué siento esto, porque mis reacciones son naturales ante ti, ni siquiera sé porqué vine a buscarte, tampoco sé porqué estoy llorando...por qué? por qué? por qué?? me duele la cabeza, no puedes aclararme algo?
-Sí puedo, pero...
-Pero?? Necesito que me des algo, me voy a volver loca de verdad, aunque sea un poco de luz, ni eso siquiera extraño árbol?
-Luz...más que nada desearía yo poder darte algo de luz, sin embargo en ese tema tú eres la experta, quien me da luz siempre, yo soy demasiado oscuro para poder alumbrar a nadie...
-No te creo, en mi mente algo me dice que tú eres mi luz...me duele la cabeza, creo que debería dormir, quizás todo esto es un sueño...
-Quizás mocosa, quizás...una cosa antes de irte a dormir
-Dime
-Te amo mocosa mía, por encima del cielo, del infierno, del Tiempo...
Esas palabras le dan la luz que tanto necesitaba, él, siempre él, pero, no podía entrar en aquel sitio, Yue había puesto barreras para evitar que cualquiera de ellos se acercara a ella, si se entera de que él ha estado allí...si se entera que está esperando un hijo de él...tenía que huir, de alguna forma tenía que huir...
-Ayúdame, tengo que salir de aquí, por favor, ayúdame...
-Shhh mocosa, duerme, por ahora estás a salvo, vuelve a casa, no te dejaré nunca, lo entiendes?
-Sí...
-Yo te protegeré ahora y siempre, a ti y a nuestro pequeño...Yue, es cosa mía...
-No!!No hagas nada contra él, yo me ocuparé de salir ilesa de aquí, lo haré...
-Shhh...olvida todo esto, todo, duerme mocosa mía, mi vida...
-No, por favor, otra vez la oscuridad no!
-Es lo único que puedo hacer por ahora para mantenerte a salvo mi niña consentida...
Y efectivamente la duerme entre sus raíces como siempre que intenta mantenerla a salvo, hasta de él mismo. Sabe que tiene aliados pero esta vez lo principal es deshacerse de los recuerdos de ella para mantenerlos a salvo.
Aguja e hilo tintinean a lo lejos, ya no hay árbol y ella descansa tranquilamente en su cama, en aquella cabañita lejana, pero...
-Chronos has ido demasiado lejos esta vez si Yue descubre lo que has hecho...
-Lo sé tejedora, pero tenía que averiguar si lo que sentí la última vez era real, no sé cómo afrontar la situación, lo más que he podido hacer, es dejarla en el lugar de partida, necesito tu ayuda para sacarlos de ahí, en algún momento despertará y si Yue averigua la verdad...
-Tenemos que trazar un plan, lo sé...pero...
-Ahora más que nunca necesito de tus trampas.
-Ahora más que nunca necesito de tu Tiempo.
-Creo que nos hemos metido en un buen lio, tejedora...
-Creo que sí...
Ajenos a la conversación de ambos, alguien los mira, los escucha, los siente en el aire...quizás él pueda hacer algo por todos, para un final feliz??....
Esos ojos dorados...quizás sea hora de sonreír un poco..."mocosa"...
En la casa despierta, en su mente vuelve a escuchar esa palabra...quién la llama así? por qué? ah....."
"La lluvia golpeaba fuertemente las ventanas de la casa, el viento aullaba furioso, su movimiento hacía batir las hojas de la contraventana, el tejado parecía que iba a caer de un momento a otro, los relámpagos alumbraban aquel lugar en ráfagas muy seguidas, el sonido del trueno, y de los rayos rompían la noche, era una tormenta casi perfecta en mitad de la nada, promovida por el habitante de la casa, eso era lo que contaban las leyendas del pueblo, que el habitante de aquella casa era el causante de las tormentas que se vivían en la zona, y que estallaban según su estado de ánimo.
Todos tenían miedo de encaminarse hacia la casa, a pedirle que dejara de provocar esas enormes tormentas que ocasionaban desastres en las cosechas continuamente. Una vez hubo una mujer que se negaba a creer en supersticiones de lugareños, era imposible que un "hombre" ocasionara semejantes fenómenos atmosféricos, por eso se encaminó a la casa, para mostrarle a todo el pueblo que lo suyo eran solamente supersticiones de viejos...
Aquella noche se recordaba aún, cuando la mujer llegó a la casa seguida por una turba de gente, y llamó a la puerta, todo se desencadenó de una forma surrealista...El hombre que salió era altísimo, sus ojos como las noches de tormentas, un pelo tan negro que deslumbraba aún estando a oscuras, un rictus por sonrisa, la verdad que su aspecto era intimidante, aún así ella le recrimino:
-Por qué haces creer que eres tú quién provoca las tormentas a las gentes del pueblo?
El hombre la miro intensamente y su respuesta fue automática.
Un rayo cayó justo a los pies de la mujer....
La gente aterrorizada se alejó, excepto ella, aún empecinada en no creer ese tipo de hechicería pueblerina.
-Vaya no puedo negar que hiciste un buen truco de magia hombre, pero por qué? qué ganas con este terror?
Su mirada volvió a fijarse en ella nuevamente, y esta vez la dirigió a sus ojos directamente, al igual que un nuevo rayo se acercó a ella peligrosamente, rozándole la piel, provocándole una quemadura.
-Ummm casualidad?
Él la vuelve a mirar, agacha la cabeza y apenas audible le dice:
-No quiero hacerte daño por favor vete, antes que esta maldición también te alcance a ti, por favor, aunque no creas la historia, cree que si vuelves a provocarme otro rayo acabara con tu vida...
-Maldición?Has usado una palabra extraña, y tus palabras parecen tan realistas que por un momento he pensado que...
Un tercer rayo la alcanza abriendo una herida en su costado, la sangre cae al suelo en amplía brecha.
Lo mira directamente a los ojos, y ve en ellos una súplica, un dolor profundo, eso era real, al igual que las heridas que ahora sentía vivas en su cuerpo, y sin saber porqué se dio media vuelta y se fue.
Cuando llego al pueblo su cuerpo casi exánime se desvaneció, la gente la rescataron, la curaron pero ella jamás volvió a ser la misma, las noches representaban horribles pesadillas, un cansancio extremo, se iba apagando pero no sabía porqué, el dolor de las heridas en las noches de tormenta era tan intenso que la desgarraba.
Esta noche, esta tormenta tan perfecta estaba haciendo de ella un ovillo en el suelo por el dolor de las heridas, no soportaba más la agonía que vivía, no le importó el agua, ni el viento, ni los rayos, nada, abrió la puerta de la casa, y como aquella noche de antaño, se encaminó a la casa...la gente del pueblo como movidos por un resorte la vieron caminar, uno a uno abrió las ventanas, se asomó y vio como ella caminaba lentamente, mortificada por el dolor, hacia la casa del bosque.
Todos movían la cabeza, pensaban que esta vez no volvería, esta tormenta a diferencia de las otras no amainaba, cada vez crecía más, el tiempo la estaba haciendo tan fuerte que todos temían perecer.
Al llegar a la casa descubrió que se habían abierto sus heridas...
La puerta se abrió y él volvió a salir como aquella noche, exactamente igual como sino hubiera pasado el tiempo...
-Por qué haces esto?-la pregunta de ella-
-Ya te lo dije por una maldición, yo soy y estoy maldito mujer, no deberías haber vuelto.
-Hay una forma de terminar con la maldición?
-Vaya!ya crees que es cierto?
-Sí...
-Hay una forma creo que tú lo sabes, desde que te fuiste has estado teniendo pesadillas, cierto?
-Sí...
-Qué veías en ellas?
-A mi llegando aquí, entrando en la casa, desapareciendo dentro en un fuego...
-Sí.
-Ese es el cumplimiento de la maldición? necesitas que una mujer entre en tu casa?
-No, la maldición solo se romperá cuando esa mujer acepte que todo es verdad y por voluntad propia muera en la hoguera sin final.
-Sinceramente no sé si estás loco, si estoy loca, por creer en supercherías extrañas, pero necesito paz, y creo que la única forma de obtenerla es esa...
-Sí, solo una pregunta antes de dejarte pasar
-Dime
-Has amado alguna vez?
-Umm podías haber preguntado algo más sencillo, he de responder a eso?
-Sí, sea lo que sea, pero responde por favor
-No lo sé, una vez estuve ilusionada, era feliz, creía que moriría de felicidad, hasta que...
-Si?
-Hasta que lo vi con otra y todas las sonrisas se convirtieron en lágrimas, entonces vine a este pueblo dejado de la mano de Dios, y conocí la leyenda de la casa, y pensé: debe ser mentira, simplemente será una zona que atrae las catástrofes naturales, pero mírame aquí, resulta que la leyenda tenía algo de cierto y que tú provocas las tormentas, por cierto por qué esta noche es tan fuerte?
-Porque es mi aniversario de bodas...
-Vaya! y dónde está tu mujer?
-En la espiral de fuego eterno...ella voluntariamente se tiró para mantenerme con vida, y entonces me maldije a mi mismo por permitirlo, ella era la dueña de los rayos...ella los controla, muestra el amor que me tiene, su amor enfermizo...
-Ella es la que causa tanto daño?
-Sí, no supo querer solo poseer, ordenar, desgastar, me enclaustró en nuestra luna de miel para que nadie me tocará, si salgo de aquí devastará todo lo que yo camine, y puedo asegurarte que no es una leyenda, ya lo comprobé y este pueblo y los dos siguientes fueron arrasados y reconstruidos, eso lo habrás leído en los libros de historia, no?
-Sí, pero no pensé...en fín! Como una persona que ama puede hacer algo así? por qué no te deja libre?
-Porque su amor es como esa espiral de fuego acaba consumiéndolo todo sin dejar rastro...es...malvada, lo sé, pero...
-Yo quiero entrar en ella
-Por qué?
-Porque quiero acabar con mi dolor, con el del pueblo, con el tuyo, y quizás con el de ella...
Los rayos empiezan a ser más seguidos, y van alcanzando su objetivo, sus pies, sus rodillas, sus manos...
Él la mira, no sabe porqué lo hace pero merece la pena ayudarla...
Sale en su ayuda para entrarla en la casa, y esta vez la sucesión de rayos inicia un incendio en los árboles cercanos, en el suelo, en la casa, mientras ambos apoyados uno en el otro se dirigen a la espiral de fuego...
Al llegar al borde, ella lo mira, él comprende lo que quiere decir esa mirada, por una vez debe ser valiente y también acabar con todo, le coge la mano, y cuando el rayo los alcanza ambos están cayendo en la espiral de fuego vivo....
De pronto la tormenta cesa, el fuego se sofoca por un agua tranquila, los habitantes del pueblo se acercan para ver que no quedan ni escombros de la casa, y desde ese día no han vuelto a tener tormenta ni tampoco encontraron los cuerpos de ellos.
-Abuelo ese pueblo sigue existiendo?
-Sí, hijo, sí...
-Cuál es?
-Este en el que vives
-De verdad?
-Y cuál es la casa encantada?
-La misma en la que vives hijo...
-Pero abuelo tú no eres un brujo, ni creas tormentas...ni existe una joven aquí...estás seguro de lo qué dices?
-Sí, estoy seguro...esta casa es la casa mágica, la que apareció años después reconstruida por un labrador y una campesina...
-La abuela?
-Sí...
-Vosotros sois los del cuento?
-Sí...
-Y por qué me lo dices ahora?
-Porque es la hora de marcharnos y tú tienes que ocupar nuestro lugar...
-Vuestro lugar?
-Sí, serás el protector del bosque eterno, pero ojo has de encontrar una compañera sincera, una que no tenga miedo a no moverse de aquí, porque hijo tú no podrás salir de este trozo de bosque en el momento que lo hagas desaparecerás...
-Soy una creación de la magia?
-Algo así...eres la continuación de una leyenda viva.
-Abuelo, y si no la encuentro?
-No te preocupes creo que ella ya viene de camino a buscarte.
-Cómo lo sabes?
-Porque aún puedo percibir el latido de un corazón inocente que ha roto la barrera de nuestro bosque eterno. Mucha suerte hijo, he de marcharme, la abuela hace rato que me espera, y no quiero dejarla sola, no olvides nunca que eres un guardián.
-No, abuelo no lo haré, dale besos a la abuela. Aquí esperaré que ella llegue, cómo crees que será?
-Igual que tú hijo, un alma cándida qué aún cree en las leyendas.
Una amplia sonrisa ilumina la cara del muchacho mientras por el bosque llega una mujer descalza, toda llena de margaritas en su sombrero, su cara al sol, y los vestidos rasgados por las ramas...
-Ey muchacho! me puedes ayudar? creo que me he perdido jajajaj
Su sonrisa llena el corazón del joven, nunca había escuchado algo tan bonito, tan alegre...
-No, no te has perdido, pero si quieres yo te enseñaré el camino.
-Sino me he perdido cómo vas a enseñarme el camino?
-Te lo demostraré dame tu mano...
-Pff no debería fiarme de alguien que no sabe si estoy o no perdida pero bueno, quién dijo que no me gustaban las aventuras?
Sabes estoy buscando una casa encantada? dicen en el pueblo que está cerca de por aquí, tú sabes dónde está?
La sonrisa del joven la encandila...
-Sí, sé dónde está, quieres ir a verla?
-Claro!!!! adelante!!!
La coge de la mano y se encaminan hacia dentro de su bosque eterno, hablando alegremente,como si el tiempo no existiera en ningún momento.
"Las ilusiones se mantienen en aquellos que aún tienen fe"
Escribiente 1.3.
