"-Ven
-A dónde mocosa?
-A mi...
-Hablaremos de algo concreto? algo te preocupa?
-No, es simplemente que si necesito respirar, necesito aire...
-Ahh...sí, es cierto si quieres respirar, necesitas aire, pero si quieres que yo vaya, es porque quieres ese aire de algún sitio concreto, cierto?
-Sí, quiero ese aire de ti, como al inicio, como cuando nos quedamos solos, cómo cuando lloramos juntos, cómo cuando me meces en tus brazos, cómo cuando el mundo no existe, sólo tú y yo. Ese aire necesito, me hace falta respirar, estoy últimamente boqueando en exceso, parece que olvidé cómo se respira, yo olvidando respirar otra vez...
-Tú...no sé si darte ese aire niña...
-Niña...otro apelativo que me duele, que me desgarra, me estoy muriendo hace días con esa imagen, me está arrastrando trozos que no pensé que se podría perder...pero tengo que dejarlos todos atrás porque ni consigo respirar ni avanzar, estoy tan perdida que no me encuentro más que en las noches, cuando mi inconsciente me muestra lo destrozada que estoy, los pedazos que he desgranado como cuando se caen los granos al suelo de una fruta pasada...
-Te estoy dando el aire que me pides, mira a tu alrededor, qué ves?
-Mi árbol, el sol, las hojas meciéndose, mi niño correteando, mi madre a lo lejos tras él mientras yo me acomodo en mi nido y te grito que detengas el tiempo, que tengas piedad y lo detengas en ese justo momento...
-Pero no lo detengo...
-No, no lo detienes, y vuelvo a caer una y otra vez en el mismo sitio y pidiendo lo mismo porque no quiero avanzar, porqué no sé hacerlo, porqué tengo tanto miedo que me paraliza...
-Pero el tiempo es inmisericorde y tú sigues caminando, a mi lado, con pánico, con jirones, con errores, con aciertos, pero sigues caminando y respirando en el mismo sitio...dónde estás ahora?
-Allí...
-Y qué ves?
-A ti a través de las lágrimas, de volver a pedirte que detengas el tiempo, que el sol quedé allí alumbrándonos, cuánto daría por volver allí, por volver a tenerlo así, con aquellos ojos azules mirándome como si el mundo tan sólo fuera aquel pedazo, libre de miedos, de reproches, de maldad, con aquella risa, libre...y...sino respiro?
-Tú siempre respiras mujer, siempre, aún a través del tiempo del dolor, siempre respiras...
-No, no es cierto, hace 4 años que no respiro, que no sé dónde estoy, dónde voy, que yo misma me destrocé, por qué? por qué? Y sí, sigo preguntándome todos los días porqué, porque no puedo respirar por más que quiera, no puedo, no puedo, sigo sin poder hacerlo, en mi locura interna, sin entender nada ni de mi misma, porque no voy a recuperarme nunca, porque es imposible que lo haga, porque yo necesito respirar y no puedo...y quiero aire, dame aire porque no doy más.
-Te estoy dando aire mocosa, es lo único que hago, darte aire...no lo ves?
-y sigo aquí abriendo en canal el dolor, sin poder resistirlo, quiero el aire tranquilo, quiero volver a ser yo, necesito encontrarme otra vez, es que no ves que ya no soy capaz de sentir más que este inmenso vacío de dolor?...es que no sé respirar.
-Sí, sí sabes...no vi nunca a nadie que respirara más que tú, a pesar que los pulmones no lo soportaran, a pesar que el tiempo te desgastara, a pesar de no poder caminar por las espinas, a pesar del viento, del agua, a pesar de todo lo que aún te está destrozando, y haciéndote esas preguntas que no tienen respuesta porque sigues siendo excesivamente racional mujer...no preguntes más, no actúes, no hay nada que puedas hacer, sólo respira...
-Respira..qué fácil de decir, y que difícil de hacer...ya no puedo hacerlo, creo que he decidido dejar de hacerlo, no consigo nada ahogándome pero tampoco respirando, reencontrarme a mí misma tampoco puedo porqué ya no sé quién soy o mejor dicho qué soy...
-Es quién dijiste bien, no qué, no eres un objeto, ni un ser inanimado, eres un ser vivo con sentimientos.
-No, ya hace mucho que no soy un ser vivo, al menos no uno con sentimientos, se quedaron todos en el váter, se fueron uno tras otro aquél maldito día, yo también me fui y no sé recomponerme, y no puedo hacerlo porque sólo puedo hablarlo contigo, para el resto soy una exagerada, pasó y pasó, la vida sigue, y he seguido pero sin vida, y no sabes cuánto he buscado que vuelva, pero...una y otra vez sólo tengo vacío, y perdón, sí, Tú sí sabes cuánto te he gritado, cuánto he esperado hasta el otro día en mi inconsciencia, pero mírame, abre los ojos y mírame ya no queda ni una pizca de esperanza, ya no queda nada de mi.
-Te veo, aunque prefiero no mirarte, qué tal si volvemos a nuestro árbol? Aunque para serte sincero ya tampoco está allí...ni tú ni él ni yo, ninguno de los tres estamos, porque inexorable como siempre todos volamos, y no quiero mentirte, pero imaginemos que hemos vueltos los tres, por un segundo, volvemos los 3 al mismo sitio, tú, el cuervo, yo el sol, y él...cierra los ojos e imagina mujer que volvemos a estar allí, escucha la risa al fondo y piensa que estamos allí, otra vez allí, y sí admito que ella no está que nunca estará, que no podrás llevarla, y admitamos de una vez que nunca más será así, pero cierra los ojos e imagina que estás allí, una última vez y cuéntame al oído, sólo a mi que querías que pasará...
-No puedo, lo siento, no puedo, déjame un rato, aquí, en el puto infierno, pero déjame en silencio, porque no puedo, no puedo decirte nada, porque nada de lo que he querido ha sido posible, y nada de lo que quiero lo será, así que déjame aquí.Yo sólo quería que viviera, que viviera...ya está, te lo dije...se acabó.
-Se acabó, sí, al fin se acabó mujer, al fin...el principio, o el fin, no sé, pero al fin lo dijiste, sí. Ahora mujer acomódate por última vez en tu árbol, imagina que estamos allí, tú con tu vestimenta negra de costumbre, con aquellos pantalones, con aquella rebeca, sí, recuerdo todos los detalles, como tú no los olvido, suéltate la melena, larga y brillante contra el sol, déjate llevar por mi voz, duerme un momento en el árbol, duérmete con ese sonido a lo lejos: mami...porque hoy seré yo quién te cuente un cuento.