“ Empezaba de nuevo a tomar el control, no podía permitir que escapará de su mente nada, ni el más mínimo detalle debía dejar escapar, no podía ni debía sentir, tan sólo tenía que tomar el control, y todo estaría bien, volvería a su cauce, sin más demora que controlar todo, (-sin embargo a veces la vida te da sorpresas, y ves cuando es demasiado tarde-) era la hora de hacer ver lo que había decidido, ella debía sentir el control…
-Creo que he cambiado de opinión, no te necesito, pensé que lo hacía, pero parece que no, así que puedo hacer lo que deseo y tú deberás acatar mis propuestas, o eso, o simplemente…(no pensaba nada de eso, en realidad lo estaba consumiendo el miedo por amarla tanto, y antes que se diera cuenta prefería huir, o hacerle daño, pero no que tuviera el control)
-Acatar tus deseos? Cómo sino tuviera voluntad propia? No creo que eso sea posible,la verdad, sino me necesitas, sino me echas de menos, ¿para qué estar?...no tendría sentido…
-¿Quieres decir que te irás? (su miedo iba en aumento, esperaba cualquier cosa, excepto eso, ella no podía dejarlo, no era capaz lo amaba demasiado…)
-No, no te dejo, eres tú quién ha decidido, no yo, tú dices que no me echas de menos, y que vas a hacer lo que quieras con tu vida, entonces, ¿para qué me quieres a tu lado? Di?
-Bueno, no dije que haría con mi vida lo que me viniera en gana, te dije que acepatarás lo que decida, es diferente, no tiene nada que ver eso para que te vayas…
-Mmm nada qué ver dices? Y en qué lugar quedo yo? Qué pretendes qué haga mientras tú decides ir muriendo cada vez qué me hagas falta?...es cierto, estás muy seguro que te amo demasiado,pero también es cierto que por ese motivo todo duele demasiado también…
-Ps, poco pensé que esto te fuera a doler, es normal, lo que te digo, no puedes pretender que esté contigo todo el tiempo, eso es imposible, y si fuera posible, pues…la verdad ya me conoces, no soy de decir, ni nada parecido, tan solo soy así, acéptame y ya…
-Aceptarte? Y ya? Claro!!! Tú qué pierdes? Nada, como de costumbre tú no pierdes nada, yo he de darte, y darte pero tú no entregas, y encima que no entregas, esperas, y te crees con el derecho de que yo te de…¿pero qué crees qué soy un robot, una máquina sin sentimientos? ¿qué piensas qué soy, di?
-Eres una mujer, que normalmente siempre saca las cosas de su sitio, ve donde no hay, y vuelve a hacer preguntas tontas, sin sentido, e ilógicas, tampoco te dije nada grave, sólo te dije que me aceptaras tal cual… acaso mujer es tan difícil hacerlo?
-No, no me sería difícil hacerlo, si realmente eso fuera lo que quieres pero te empeñas en pedirme lo contrario a lo que sientes, y ya me cansé de intentar averiguar tus sentimientos reales, de imaginarlos, de rescatarlos, de estar, estar…ya ves!! Si lo que pretendías era agotarme, ¡felicidades!! Ya lo has hecho!!..
-No pretendía cansarte mujer, ni tan siquiera sabía que podia hacerlo, de lo contrario, no te hubiera dicho, no hubiera…
-Ya no importa nada, me voy, lo hiciste, me cansaste, me agotaste, me quede sin ganas, me quedé sin nada…(se da media vuelta, no mira atrás, la consumen las lágrimas pero no puede más, ya no…)
Él se queda allí, mirándola marchar, incapaz de reaccionar de decirle, que no quería eso, que en realidad lo consume el miedo, que sin ella no sabe vivir, ni quiere hacerlo, que no puede más, que ya…¿y cómo decirle ahora que la ama más qué a su vida?, no está, nunca pensó que se iría, no pensó que se iría, que lo dejaría, sin embargo, ahí está, solo, ella se fue…y conociéndola no volvería a no ser que él hiciera algo…la cuestión era…qué hacer? Qué?...
Aquella noche la melancolía era presa de ella, se había ido, había sido capaz de hacerlo, no miro atrás mientras se le partía el corazón, mientras iba muriendo, no miro atrás, simplemente cerró la puerta…ahora la luna era su compañera, su confidente, su amiga…el frío de la noche iba entrando en su cuerpo, calmando su atormentada mente, bullía en sensaciones, en emociones, en volver a verlo…su mente una vez más le jugaba una broma macabra; parecía verlo llegar, caminando, o más bien de rodillas, acercándose a ella, pidiéndo perdón, ¿cómo iba a hacer él eso? Ya ni siquiera debía acordarse de ella, ¿para qué? Sentimiento inútil, debía pensar…cierra los ojos, intenta respirar, le duele el alma, le duele el pecho,pero lo intenta, se cae…alguien la levanta…siente su mano en su cuerpo, como la alzan, no quiere abrir los ojos, no quiere ver nada, ya no…debe estar soñando, debe estar haciéndolo, él es imposible que esté, él no la ama…una voz suena en sus oídos, y vuelve a cerrar los ojos, vuelve a tambalearse, pero aquellos brazos la aguantan, no la dejan caer…abre los ojos al fin, se encuentra con su mirada, lo conoce…más bien, lo reconoce…
-Tú…lo pellizca, y existe, es real…
-Sí, yo…no sabía qué hacer, ni donde buscarte, he estado siguiéndote, pensándote cada noche desde que te fuiste, yo sólo quería decirte algo, que ya quizás no tiene importancia, pero es que tú mereces que te lo diga…
-Bueno, a ver, dime, si necesitas quedar en paz, hazlo, yo estoy dispuesta a escuchar…(aferra fuertemente su corazón,intenta apretarlo, que no duela más, apenas puede soportar tenerlo al lado, como más volver a escuchar que no la necesita…)
-Se me olvido decirte la verdad, yo no sé estar sin ti, no sé vivir sin ti, apenas y puedo respirar sino te tengo, pero me da miedo sentir así, por eso intenté cansarte, ya lo había hecho muchas veces, pero pensé que no te irías, que soportarías lo indecible a mi lado…me equivoqué, y me merezco tu reacción, ya sé que es tarde, pero no quiero que te quedes sin saber, que TE AMO y que eso es inamovible, yo te amo porque naciste para mi…y he sido un tonto que nunca aprendió a amarte como te mereces…nada más ahora puedo irme en paz, al menos te dije la verdad…
Se da la vuelta, comienza a caminar…ella está fija mirándolo apenas si es capaz de sostenerse, no puede dejarlo ir, ahora no, así, no…pero sus piernas no responden, su voz tampoco, cómo hacer? Cómo?...de repente y consigue hablar…
-NO TE VAYAS…YO TAMBIÉN TE AMO PEDAZO DE IMBÉCIL…
NO es que hayan sido las mejores palabras pero al menos han sonado fuertes, él las ha escuchado, se detiene, se da la vuelta, la mira…sus piernas la llevan hasta ella, la abraza, la besa…la calla…en su pensamiento retumban estas palabras: yo también te amo…imbécil jaajajaj