"Después de los sueños, llegan las palabras, esas que a veces no se donde están, que se han ido esfumando día tras día, sin poder hacer nada por recuperarlas, en este absurdo silencio, atronador, ensordecedor, que es capaz de enviarme de vuelta a esos mundos fantásticos, desconocidos donde la magia existe, dónde empiezan los sueños, los cuentos, donde comienzan las lágrimas, quizás últimamente te tenga algo abandonada, por eso igual necesito algo de inspiración para recrear un nuevo mundo, un nuevo sueño, de esos en los que la magia, las hadas y mis eternos árboles, sirven de punto de encuentro, me gusta el sitio elegido, a ti?-Sí, también a mi…
"Aquél árbol llevaba allí desde el principio de los tiempos, desde que mi alma tuviera memoria, y mi alma es demasiado vieja, antigua, vetusta, tiene demasiados siglos, así, que sí, podríamos decir que sí, que el árbol lleva aquí desde el inicio de los tiempos, desde el día que sus pequeñas raíces se fundieron con la madre tierra, y poco a poco fue creciendo, pero el comienzo de ese árbol, tan solo lo sé yo, porque él se ha desmemoriado, es imposible que recuerde que era, o porqué está ahí, en ese lugar, precisamente en aquel lugar en medio de un desierto, desafiando el tiempo, el clima, sus áridas tierras, desafiando el sentido de la física, el de la naturaleza, todo lo desafiaba, y había crecido desde aquel día, frondoso, fuerte, fértil…a pesar que el agua que le caía ni siquiera se la ofrecía el cielo, no, en ese tiempo el agua que lo regaba venía exclusivamente de sus raíces, de las primeras que se anclaron en aquel lugar, ojalá pudiera olvidar aquel día! Ojalá su memoria fuera más selectiva!! Pero…recordaba aquel día como cuándo pasó, conocía el secreto de ese árbol, de ese paraje, de la magia que irradiaba, el porqué él estaba allí en ese instante, parecía ilógico que él estuviera en aquel desierto…pero era el día y la hora señalados, el aniversario de cuándo todo empezó, quién sino podría venir a visitarlo?, no podía dejarlo "solo" aquel día tan especial, iba a florecer, hermoso como siempre, sólo aquel día florecía, maravilloso espectáculo, verlo florecer despacio, con aquella pequeñas flores lilas que lo cubrían por completo, y se regaría una vez más, el paisaje era inimitable, ese anochecer, sí, ilógica la hora también, como el otro habitante que se posaba levemente sobre sus ramas, aquel extraño pájaro, sí, único en su especie, precioso hasta cansar, con aquellos colores azules y verdes brillantes, majestuoso en su porte y plumaje, delicado con aquel árbol hasta extenuar la vista, como aquel día, él había sido el notario de que aquel árbol se plantara allí, también era un recién nacido, un polluelo, recuerda como intento con su pico que no anclara raíces, como sus ruidos parecían pequeños gemidos provenientes de un llanto desconsolado, pero todo había sido inútil, lo mismo que él , él tampoco pudo evitar que se anclara, y ahí estaban los dos, los dos únicos testigos de que aquel árbol seguía "vivo", o no, no es algo que pudiera precisar, pero se acercaba la hora, florecía, espectacular "verlo" vestirse con esas pequeñas flores lilas, porque después que eso ocurriera, lo siguiente era aún más sorprendente y maravilloso, y ante sus ojos comenzaba a ocurrir el milagro, las ramas iban encogiéndose , desaparecían las flores, se iban transformando en una finísima capa de color lavanda, las ramas se iban encogiendo , se desdibujaban en dos brazos lentamente al igual que las raíces poco a poco se desanclaban del suelo, dando lugar a las extremidades inferiores, unas largas piernas de pies descalzos, mientras que todas las hojas se iban revelando en un largo cabello castaño que cubría desde su frente a sus mismos pies, con esos ojos cerrados aún ocultos por la noche, el habitante extraño la miraba, como siempre hacía ese día, la contemplaba, la esperaba, cada vez era más difícil resistirse a ese momento de la transformación, a verla aparecer, aunque solo fuera por esa noche, y ahí estaban sus ojos cobrando vida, despegando los párpados lentamente, acariciando las pestañas esos sonrosados mofletes, acercando esos labios rojizos y carnosos que antaño eran …sí, había vuelto, y al levantar suavemente sus párpados podía vislumbrar esa luz, esos ojos abiertos al mundo, al anochecer, esos ojos inimitables, nunca mejor dicho, sus ojos plateados…rieladas de luna en ellos, aunque fuera una locura, ella siempre tuvo esos ojos, indefenso ante ellos, y el pájaro a sus pies, desplegando su plumaje, ambarino al anochecer, sus alas brillantes le servían de sombrerito curioso, recogiendo esos largos mechones de pelo que caían dulces sobre su cuerpo, sobre su desnudez, haciendo que aquel pájaro desplegara todo su esplendor para vestirla completamente, de aquel sombrerito salían a ambos lados esa maravillosa obra de la naturaleza que tapaba el cuerpo de la joven, con aquella vestimenta azul y verde, sus ojos inmensos mirando el derredor , tanto tiempo sin ver el mismo sitio, la tierra a sus pies, rojiza por el anochecer, que se despedía dando lugar al nacimiento de ella, y a su guardián, a su cómplice, aquella hermosa luna llena…él miraba el paisaje extasiado ante ella, apenas sin moverse para no asustarla, escondido como de costumbre, evitando que ella se diera cuenta que estaba allí, y esos ojos traspasaban el horizonte una vez más llegaba el aniversario, era hora de apartarse, ella había renacido una década más, como antaño, estaba bien, iba a disfrutar esa noche contando a la luna lo que había estado soñando esos últimos diez año, él se preparaba para escuchar los miles de cuentos y batallas que le iría narrando a la luna, porque sabía que en todos y cada uno de ellos una parte, la triste, la dolorosa era él.
-Buenas noches Luna, mírame, he vuelto otra vez, tengo muchas cosas que contarte, desde que me convertí en sueños, me lo paso bien, casi no noto el paso del tiempo, sabes he visto como llovía chocolate?, un loco le dijo a su amada que haría que el tiempo se detuviese para encerrarla por siempre en su corazón, y sabes qué más? He conocido a un príncipe que era rana! Síii, era rana de verdad!! Jajajja, no sabes lo feo que era, jajaja, no podía ser de otra forma, era rana, qué esperabas que fuera un adonis?
-Él la escucha embobado, sonriendo, la ve feliz, parece que esta década ha sido benévola con ella, la luna la escucha atentamente, hasta parece que brilla con más fuerza, como solo ella merece, y lentamente las nubes van meciéndola , en una sucesión de alternarse las unas con las otras y ella seguía mirando embobada la luna, mientras le seguía contando sus múltiples sueños…á él se le iba partiendo el alma, quedaba tan poco para que se volviera a ir!!-
-Luna en este tiempo he hecho que muchas parejas hicieran las paces, otras discutieran, tuvieran hijos pff no sabes cuántas cosas he hecho!!, he saltado en múltiples charcos, buscado zapatitos entre los arbustos mientras él me veía allí caia…jajaja, sí, sé, incluso he tenido un perro ángel porque siempre me quiso y en este tiempo él me ha ayudado a superar esta década…sabes? He soñado con ese niñito de ojos azules, tremendamente azules, esa mirada es imposible de olvidar aunque la memoria se borrara esa mirada jamás podría olvidarla, he soñado con un mundo imaginario en el que todo se pudiera hacer realidad, pero lo he echado de menos, a pesar del tiempo transcurrido desde que llegue aquí, lo sigo extrañando, por más que sueño e invento, sigo extrañando todas y cada una de nuestras cosas juntas, por más nimias que pudieran ser, hasta extraño su forma de mirarme de lejos, a escondidas mientras yo recogía las flores del jardín, sí, puedo decirte que extraño todo de él, despertar cada década con la esperanza quizás de que se acuerde que es nuestro aniversario, seguir recordando el día que me fui, que lo dejé, que vi como la…ni decirlo puedo aún…ni siquiera sé cuántas décadas pasaron desde aquel día, sólo sé que sigo pensando en aquella última vez como si hubiera sido hoy mismo, hace cinco minutos, él en aquel lugar aquella mujer a su lado….
Se produce un silencio total, aunque científicamente no pueda existir lo absoluto ese silencio en ella lo parece, su cabeza automáticamente baja, el pájaro transformado en su vestimenta se revuelve inquieto, y él que la estaba viendo y escuchando se queda sin aliento, su respiración casi cesa por completo, sus pensamientos se paralizan, de alguna forma él sabía que ella había sufrido, que había decidió irse por algún motivo que no conocía, y ahora en este aniversario venía a enterarse del verdadero motivo de su retiro, su faz indicaba una palidez casi mortal, ella nunca debió haber visto aquel instante…
-Sí, sé que ha pasado mucho tiempo, pero sigue vivo en mi mente, tan sólo cuando duermo, cuando estoy aquí dando vida a los sueños, enterrada en este desierto, floreciendo para alimentar a los pájaros, solo entonces soy consciente de aquel momento, el resto del tiempo tan sólo sueño. Luna a veces me gustaría volver a verlo, para quizás encontrar la paz que se me escapa por momentos, igual si lo veo, por última vez pueda preguntarle si me amó realmente en algún momento…
-Sí, lo hice –de las sombras despacio va avanzando el dueño de aquella voz, de aquel que puede darle la tranquilidad que necesita-
-Tú…de dónde sales? Qué haces aquí? Por qué ahora? No, no me mires, debo estar horrible, no quiero que me veas así…
-Ja –una media sonrisa lacónica dibuja su semblante- tú nunca estás horrible, desde que te conocí has sido doblemente hermosa, y ahora más que nunca. Lamento que vivieras ese momento de debilidad, pero tan sólo fue eso, un segundo de debilidad, no llegó a más, si te hubieras quedado hasta el final, habrías visto que me despegué de ella, porqué no eras tú, porque nunca sería tú, porque por encima de ti, ninguna mujer podrá estar en mi vida, y aquí estoy sí, desde que descubrí lo que hiciste y donde estabas he venido cada década a verte florecer, sí, te extraña, lo sé, sobre todo por mi aspecto, que sigue siendo el mismo, igual que tú…yo también decidí dedicarme a esperarte y para eso no podía envejecer, así que ahora al igual que tú, también me dedico a los sueños, y renazco el mismo día que tú, tan sólo para verte, escucharte, olerte, como siempre, porque tú mujer fuiste, eres y serás el amor de mi vida…y hoy que tuve valor para salir, quiero preguntarte, quieres ser mi esposa de aquí al resto de la eternidad solo por un día cada década?
-La sonrisa de ella dice todo, el pájaro también ha sido testigo de este momento, y también sabe que es la hora de retirarse, despoja su plumaje y la deja completamente desnuda ante él, sólo la luna los ilumina,- Sí, quiero…
Así cuenta la leyenda de este singular lugar que una vez cada década van floreciendo junto aquel árbol numerosos vástagos, y el afortunado/a que coincida con la noche de su reencuentro encontrará para siempre el amor eterno…