"Conjurando tempestades,
atrayendo sus múltiples maldades,
devastando sentimientos,
comenzaron los gritos de aquel silencio...
negando intimidades,
alejandose del tiempo y el espacio....
hoy quiero llamarte: persefone, ven a salvarme..."
Perséfone 13.0.
"Apenas quedaba un rastro de sentimiento en ella, su mente dibujaba una fantasía, vivía ajena a la realidad, su mundo se había evaporado tras sus últimas palabras, se había encerrado en sí misma, nada ni nadie comprendía su estado mental, era difuso, enajenado, tan solo su mente acudía en su ayuda por muy irónico que pareciera.
Su cuerpo estaba convulso, el frío que la consumía hacía de ella un pequeño ovillo incapaz de ejecutar movimiento alguno, tan solo sus labios parecían moverse en acto reflejo, quizás intentaba hablar, quizás sonreír...aquel rictus era indescifrable, nada podía descifrar que significaba, sus ojos abiertos de par en par dejaban ver un rastro de locura en ellos, sus lagrimales no cesaban en llorar, lágrimas silenciosas, una tras otra iba cayendo hasta el suelo, sin cesar, sin pausa.
Su imagen tenía conmocionado a chronos, llevaba tiempo observando a aquella humana, tanto que el mismo señor del tiempo había perdido la cuenta del tiempo que ella llevaba así. La primera vez que la vio apenas él podía contener la ira por la pérdida de su humanidad, sí, era extraño, aquella vez fue la primera vez que la vio.
Dulce, tranquila, feliz, sonreía, y al hacerlo iluminaba el cielo, el infierno en el que él se paseaba, y allí estaba ella rompiendo su estado mental y físico, recordaba que iba con un joven jugando por la playa, tirandole pimientos fritos a la cabeza...sí, recordó que era algo inusual, por eso se fijó en la singular pareja, sobre todo en la risa que inundaba todo aquel lugar, la de ella. Dónde quedó esa risa? qué paso con ella?.
La segunda vez que recordaba haberla visto fue en medio de una tormenta, apenas visible su cuerpo, oculto tras las inmensas rocas, se hacia visible tan solo cuando los relámpagos y rayos alumbraban la playa. El mismo sitio, pero tan distinta actitud!!. En aquel momento apenas fue consciente que era la misma persona, su mente estaba ocupada trabajando con sus propios dilemas, pero en algún rincón de su extensa memoria, esa que por desgracia era imborrable, se coló aquel momento.
Y en ese preciso instante ella sonreía, de forma fantasmagorica, su rostro casi translúcido a la luz de la luna. Volvía a ser de noche, y en el horizonte se preparaba una tormenta que parecía iba a ser inigualable...él llevaba mirándola mucho tiempo y pensando qué podía ocurrirle para estar en aquel estado, no quería usar su don para leer la mente, pero...
"él ya no está...fue lo primero en leer.
se ha ido, lo entiendes?. Una discusión con ella misma, ahora si podía leerla sin sentirse demasiado culpable, al fin y al cabo era una charla con su conciencia, o eso parecía...
Iba evocando imagénes de los buenos tiempos, y el dolor empezaba a ser patente incluso para el lector de mentes.
No me quería...era tan sencillo, y yo no supe verlo, nunca fui nada en su vida, un breve instante, una ensoñación, pero nada más.
Una imagen viene acompañada de esos pensamientos, de esa reflexión íntima. Ella mirándolo de lejos, él sonriendo en aquel grupo en el que ella no entraba, tan solo lo observaba de lejos, se iba...el silencio dolía, todo era silencio para ella, él....muchas imagénes parecidas son evocadas en una fracción de segundo,ella siempre esperando a que él tuviera tiempo para ella.
Sus dedos se elevan se acercan a aquel rostro, cierra los ojos, desliza los dedos uno a uno por aquel rostro imaginario, duele, nuevamente duele. El silencio es absoluto, desgarrador, sus gritos mudos es lo único que reina en aquel silencio.
-hola qué tal? -evoca un recuerdo tan vividamente que hasta chronos se sobresalta-
-bien, supongo...no sabia que te habias dado cuenta que estaba aquí.
-aunque no lo creas yo siempre se donde estás, siempre.
Sus miradas se cruzan, se entienden, entre la multitud se hablan, se aman, sin que apenas nadie sea consciente de esas miradas, de dos personas que a priori podrían resultar desconocidas entre ambas, para el resto de congregados, de amigos, de conocidos, por qué ese secreto?.
Viendo la escena chronos es consciente de algo que en aquel momento se le pasó, es la primera vez que atisba ese dolor en los ojos de ella.
La cabeza de ella se sacude involuntariamente, como si quisiera despejar los recuerdos, intentando sobrevivir a lo que tanto daño le hace. chronos sigue leyendo ahora interesado ya que sus lágrimas se multiplicaron.
-no sé quererte, no puedo tenerte en mi vida, lo siento.
Media vuelta y se va.
Chronos deja de entrar en su mente, en sus recuerdos, ahora siente, tan solo siente lo que ella sintió en aquel momento, el frío, el dolor intenso, y una extraña sensación de vacío, de inexplicable aturdimiento como si nada de lo que pasó fuera real, pero lo era, aún hoy lo sigue siendo.
Se encontraba en esa tesitura ambos, ella con los ojos mirando al vacío, sintiendo nuevamente el dolor antiguo, o nuevo, porque el tiempo en ese momento no existe, él pensando en las palabras que él le dijo, por qué le diría que no sabia quererla? por qué se fue realmente?
-Si quieres puedo decírtelo.
Chronos sacude la cabeza, se gira, y ve allí a su tramposa "enemiga".
-Vaya!. cómo no pensé en ti antes?
-Porque la edad te va pesando viejo amigo...
-Sí, debe ser eso...
Ambos sonríen hace demasiado tiempo que tampoco compartían trampas, un lapso en sus vidas impidió que jugaran, una sentencia ímplicita y ambos también dejan volar sus recuerdos, también un dolor intenso, cómo seguir de ahora en adelante?.
Un halo de meláncolia recorre todo el lugar, como si una ráfaga de viento hubiera helado de repente el ambiente, la sensación de los tres es de profunda tristeza.
-Dime tú sabes la razón de este desasosiego?
-Sí....
La faz de la tejedora transmite un dolor insondable casi irrespirable su semblante, el halo que desprende es denso, medita lentamente como explicarle la situación, como intentar decirle a su "amigo" que es lo que está pasando realmente.
-Me lo dirás o seguirás mirandome como si fuera a desaparecer?
-Te lo diré
-Empieza te escucho tejedora.
-Ella...aún eres incapaz de asimilar quién es verdad? por qué no te centras en sus ojos? miralos despacio, tranquilamente, evoca su mente, la tuya.
-Asimilar quién es? eso es todo lo qué tienes que decirme? pregunté quién es ella, por qué está así, y tú me respondes algo incoherente...
-No, no es incoherente, por favor, confía en mi, hazlo, evocala, por mi, solopor mi, lo harás?
-De acuerdo, es un ejercicio habitual de mi trabajo, lo haré.
No tan habitual esta vez, cuando él se predispone a leer la mente, aguja e hilo rodean su cabeza...las lágrimas de perséfone lo alumbran.
Es una explosión repentina, su mente lee a toda velocidad, su corazón bombea demasiado rápido, a punto de salir del pecho, está recordando y no quiere, no lo soporta...intenta huir de las imagénes, del dolor, pero la tejedora sigue estática, manteniendo alzados aguja e hilo sobre él, es lo único que puede hacer para devolver la cordura a tan buen amigo.
-No, no es ella...la voz de Chronos se va diluyendo al formular las palabras.
-No puede ser ella, ella no está así, ni en ese lugar...
La voz empieza a quebrarse por el llanto contenido, Perséfone lo acompaña en ese llanto. La mira a los ojos, buscando una negación, más el semblante de Persefone le demuestra que es real.
Es justo el momento de romperse, aguja e hilos abandonan despacio la mente del dios del tiempo, meciéndose al compás de las lágrimas de su dueña, parece que al fin recuperó la memoria.
-Desde cuando estoy así?. le pregunta a la tejedora.
-Desde el día del juicio, medido en tiempo real unos 100 años.
-Gracias tejedora, me puedes dejar solo un momento?.
Sin decir nada la tejedora se aleja, lo observa. Él está de pie mirando el vacío, sí, ahora vacío, ya no está ella, ni aquella imagen desolada, ida, completamente abandonada. Su mente se negaba a aceptar su muerte.
-Perséfone, sálvame...
La tejedora levanta sus utensilios, ahora cómo hacer para remendar el alma del tiempo?
Donde los sueños tienen cabida siempre, acá donde el alma nace, se reproduce, crece, y de vez en cuando muere, siempre en las alas del amor que te da el alma, sencillamente viviremos los sueños...
miércoles, 22 de octubre de 2014
miércoles, 8 de octubre de 2014
PRIORIDAD...FRÍO...
“A
veces el pensamiento irracional vuela donde los recuerdos fueron enterrados, o
al menos, parecían estarlos, como aquel día, casi sin querer su mente iba
dibujando escenas que no controlaba, que hacía tiempo que no intentaba sacar de
su alma, sin embargo aquella tarde unas simples palabras aparentemente
inocentes habían traído a su memoria recuerdos olvidados.
-es
cuestión de prioridades, una vez establezcas el orden en el que quieres
ejecutar el proyecto…
Aquellas
palabras formuladas por dos extraños, aquel eco en sus oídos había desenterrado
de golpe casi sin querer lo que tiempo atrás había enterrado, ocultado, con lo
cual había aprendido a vivir, o más bien a sobrevivir. Aquel hecho había
marcado su vida, sus decisiones, su forma de actuar, de enfrentar los
problemas, había conseguido que él también estableciera prioridades….
La
vez que alguien le definió aquella palabra le pareció correcta, fácil, incluso
era algo que te podría simplificar la vida, ir haciendo las cosas en orden de
importancia, definir la importancia era algo más complicado, lo primero sería
lo verdaderamente necesario para subsistir, el resto iría dependiendo del día,
la decisión a tomar, etc…
Después
aprendió de primera mano a odiar esa palabra y su definición, aprendió lo que es
vivir en carne propia las prioridades de otras personas, sobre todo aplicadas
en el terreno del amor…cómo priorizar personas? Era algo que había escapado a
su pensamiento a su control, sus prioridades se basaban en el mero hecho del
ámbito profesional para simplificar las tareas, así como en las tareas
domésticas, pero priorizar personas? Ponerles un grado de importancia? De
cariño? Establecer un orden lógico de a quién querer más? Cuantificar el amor?
El cariño? Quién sería capaz de hacer eso?. Sus preguntas obtuvieron respuesta
para su desgracia, ella, ella había establecido un orden de prioridad sobre los
seres que ocupaban su vida, que la compartían, y él era simplemente su pareja,
la persona que lo acompañaba, que lo amaba, que acataba todos sus límites, que
nunca los sobrepasaba , y por hacer eso iba quedándose en silencio, sin
ilusión, sin recursos para amar más porque para ella, él no era lo
suficientemente importante, era algo secundario en sus prioridades, ni siquiera
en las sexuales era el primero no, ella imponía cuándo y cómo, cuánto tiempo y
la forma, tampoco tenía derecho él a pedir o a iniciar el acto por deseo
propio, hasta ese punto había llegado, sí, lo sabía, ilógico, el hazmerreir de
todo el mundo que lo sabía, un calzonazos, un nada…
Lo
peor era el momento de intentar hablar, ella establecía horarios estrictos
donde podía interrumpirla, desde luego nunca interrumpirla en horas de sueño,
trabajo, reuniones familiares, etc…cuando la necesitaba era imposible
localizarla…pero o aceptaba eso o se iba y por muy ilógico que pareciera no
podía irse su alma y su corazón estaban atados a aquel sin sentido, donde casi podía
rozar con los dedos el amor, al tiempo que se iba alejando.
Prioridad,
a veces deseaba borrar del diccionario aquella palabra, odiaba con todas sus
fuerzas la palabra, sin darse cuenta que aquella palabra no tenia culpa de
nada, que sencillamente definía una decisión que él mismo había dejado que
siguiera sin detener, sin ser capaz de establecer un final. Pero pensar en la
posibilidad de poner un final lo ahogaba, lo mataba, prefería tenerla de lejos,
casi sin tenerla, antes que no hacerlo,
daba igual la forma, el modo, el momento, sus malditas prioridades si podía
mirar sus ojos, una vez más, al levantarse, ahogarse en llanto, no poder decir
que no, ser un maldito cobarde, sí, lo sabía, lo era, pero le daba igual, solo
necesitaba que ella estuviera nada más, ella…sus malditas reglas, su dureza
externa, todo…su pasividad, ese poder vivir hora tras hora sin echarlo de
menos, sin extrañarlo, no importaba él ya lo hacía por los dos, cada día, cada
maldito día de su vida, debía ser un castigo aquella forma de amar a una
persona que no necesitaba ni la mitad de lo que él…
-No
deberías pensar más y actuar, a veces la única solución a un problema es
acabarlo para siempre.
Aquella
voz resuena en su mente, se vuelve, la ve ahí, tan práctica como de costumbre,
inamovible en su rictus…ahí estaba mirándolo…lo miraba, a él, lo estaba mirando
a él y sus ojos opacos a cualquier sentimiento, a cualquier atisbo de
sentimiento, incapaz de leerlos…intentando hundirse en ellos, bucear en su
alma, si es que la tenia, a veces lo dudaba. Y nuevamente se queda prendido de
su mirada, de esa extraña sonrisa, cómo olvidarla? Si volvía la vista atrás, y
ella era todo lo que siempre había querido, lo que había necesitado, amado,
cuando recordaba a su sastre perfecta, cosiendo sus heridas, sus jirones de
piel, de alma…olvidarla.
Sus
ojos transmiten la angustia que está sintiendo y ella sigue inmune a esa
mirada, estatica a cualquier sentimiento, no importaba nada, tan solo
observaba.
-te
decides? O nos vamos a la cama?
Su mente
difusa no procesa la realidad de la pregunta, o quizás sí, sus manos se alargan
para tocarla, sentir su piel, cerrar los ojos y sentirla, volver a sentirla,
tan solo esa vez, aunque su naturaleza esquiva, acaba por apartarlo de su lado
y darse la media vuelta.
Frío…es
lo único que siente, frío, soledad…por qué solo era así con él, con …volver a
lo mismo era inútil pero cierto, con aquella otra persona sonreía, vivía,
sentía, era diferente…ni siquiera sentía celos, ya no, tan solo frio. Se consumía
en ese frio…era la hora de despedirse, de irse, necesitaba calor, un poco de
calor, de humanidad, su amor, quizás pedía mucho para ella, pero era sencillo,
tan solo quería amor, que lo amase a él, no a…
En la
cama escucha como se cierra la puerta, se fue, él se fue, y una lágrima
comienza a rodar por su piel, caliente, húmeda, produciendo calor en ella,
calor…que sensación tan extraña!. Sus manos vacías se aprietan más no se mueve,
nada en ella indica que vaya a buscarlo, que siente algún sentimiento que la
haga moverse, porque ella ante todo tiene una prioridad: no tener sentimientos.
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