domingo, 16 de noviembre de 2014

DESPEDIDA


                          

Aún recuerdo la vez que perdí mis zapatos en aquel río y anduve descalza durante todo el camino de regreso a casa pensando que iba a decirte para que no te enfadaras...sí aún lo recuerdo, al igual que tus ojos reprobatorios al verme llegar, aunque todo se evaporaba cuando me veías sonreir, porque sabías que te dijera lo que te dijera, era un sinsentido, sencillamente había perdido los zapatos, cómo? pues era un misterio, me pasaban esas cosas sin darme cuenta...

También recuerdo cuando deje sobre tu cama el libro de los recuerdos, con tan mala suerte que lo puse en la página en que ardía y...sí, sé que salió ardiendo la cama, pero qué hacer? soy propensa a los accidentes, lo sabes, o al menos deberías saberlo, soy así.

Haciendo memoria recuerdo aquella vez en que fuimos a volar cometas en medio de un temporal, y nos arrastró el viento hasta casi ahogarnos en mitad de la playa, tampoco tuve la culpa, es que me pasan cosas algo extrañas desde que nací, te acuerdas que te lo expliqué?.

O la vez que durante horas estuve escondida encima de aquel árbol de tu casa para pedirte perdón por lo que te había dicho, te habías enfadado conmigo, y yo solo quería pedirte perdón cuando llegaras, con tan mala suerte que casi te mató del susto, de verme aparecer por la ventana de tu habitación a tan altas horas de la noche, si, lo sé, te enfadaste aún más.

Sé que soy un desastre, que no hago nada bien, al menos contigo, no sé qué me pasa, pero pierdo la noción del tiempo, de la vida, de todo, tan solo quiero...sí quizás es eso lo que nunca te he dicho lo que realmente quiero.

Es un buen momento ahora, no soy buena diciendo lo que siento, pero cuando escribo es diferente, mi alma parece que se siente libre de expresar lo que mi corazón siente, o algo parecido.

Ya no estoy a tu lado, me fuí, creo que no te diste cuenta cuando lo hice, supongo que fue por cansancio, por agotamiento, intentaba acercarme a ti, estar contigo, pero tú me alejabas, te enfadabas, nada de mi te gustaba, mientras yo esperaba por ti horas, días...tú...sí, ibas con tu vida normal, sin que se detuviera el tiempo como me pasaba a mi, por eso aún estando a tu lado, ya no estaba, ya no iba a volar cometas, ni a pedirte perdón, ni a pedirte besos, ni a darte sorpresas, pero eso pasó inadvertido para ti, como todo lo que venía de mi.

Ya no importa, me fuí, y ahora también me fui en cuerpo, ya no estoy a tu lado, ni cerca de ti, por eso desde la distancia física, y también desde la distancia anímica puedo escribirte y contarte el porqué de mi comportamiento. Puedo decirte que nunca he amado a nadie como a ti, nunca he mirado a nadie como a ti, ni he querido fundirme dentro de una persona como contigo, quizás no sé demostrarlo, igual ese es mi problema, pero es lo único real de todo este cuento.

Me fui gastando con tanta soledad, con esa dejadez de no querer estar a mi lado, no sé quién te haría tanto daño como para dejarte de esta forma tan fría, tan helada...ni siquiera te diste cuenta hasta podría llegar por ti, pero no me valía de nada, porque de que me valía quererte tanto, llorar por tus labios cada noche para no tenerlos, para que me los negará, la única opción que tenía era olvidar lo que me hacías y seguir queriéndote, pero me di cuenta que el ser humano tiene un límite, y a fuerza de desprecios, de soledad, hasta el sentimiento más puro acaba muriendo.

Quizás debí decirte todo esto en aquel momento, cuando ocurría, cuando sentía que iba muriendo, que me ibas matando, pero como de costumbre yo solo era silencio, como hoy, me fui sin hacer ruido, sin decirte adiós, y no volví la vista atrás, me quedé en este vacío que es peor que la propia muerte, sin dolor ya, tan solo con un vacío que lo llena todo, y al recordar tus besos, tus abrazos, las lágrimas casi sin querer van cayendo, rememorando los viejos tiempos...cuántas veces hicimos el amor realmente?, hasta donde yo recuerdo creo que dos...pobre hasta eso!ni siquiera podía hacer el amor contigo, también me lo negabas una y otra vez...sí, supongo que eso también va haciendo daño, minando, acabando con todo.

Mis celos...ummm...no sabría como explicar eso la verdad, a veces es bueno fingir que uno siente celos, pero la verdad es que nunca los tuve, jamás he sentido celos de nada ni de nadie en mi vida, no sé si es que no siento, o sencillamente veo realmente como son las cosas, no importaba si había alguien más, o lo que sintieras por esa persona, yo te miraba y te veía, y sabía, callaba, pero sabía y me iba muriendo por dentro, desde el primer día empezaste a matarme. Que complicada es la vida! verdad?. Yo muriendo por ti, por verte, por tus besos, y tú muriendo por los besos de otra.

Siempre lo he sabido todo, nunca he vivido ciega a nada que proviniera de ti, no te hagas preguntas inútiles, la única respuesta a todos tus porqués, es sencilla: te he amado más que a mi misma, hasta morir. No es culpa de nadie, ni tú ni yo, simplemente coincidimos en un tiempo que no era el adecuado para amarnos, quizás para ser amigos, eso sé hacerlo a la perfección, amar...creo que no sé hacerlo, y probablemente lo haya demostrado.

Me fui para que fueras libre, para que al fin pudieras pelear por lo que de verdad querías, porque yo siempre estaba ahí, en silencio, siempre...sin reprocharte, sin preguntarte, dejandote total libertad en tu vida, sin saber nada de la tuya, ni donde ibas o venías, donde o con quién estabas, tú siempre sabías de la mia, todo, porque yo quería, porquee yo te lo daba, intentaba curar tus heridas, sin darme cuenta que ibas haciendome sangrar cada vez más, no pensé que iba a enamorarme de ti, esa es la verdad más grande de todo, nunca pensé que me enamoraría, pero heme aquí, me enamoré como...no sé, simplemente me enamoré de la única forma que sé hacerlo, con el alma, con todo lo que soy.

Te di poco, lo sé, es que no soy mucho, ni tengo mucho que dar, simplemente estuve ahí, y me fui quedando sola, siempre sola, queriendo detener el tiempo en el momento en que te veía, cuando me sonreías a mi, y me besabas a mi, solo a mi, no a nadie más, no a un recuerdo, no a ....pero eran tan pocos esos momentos!!! creo que puedo contarlo con los dedos de una mano y me sobrarían al menos cuatro dedos...

Mientras te escribo no puedo evitar derramar lágrimas, sé que cuando acabes de leer esto, te quedarás mirando al frente, en silencio, eliminarás todo, y seguirás con tu vida como si nada hubiera pasado, por qué total quién fui yo en tu vida?. No lo sé, no puedo responderte a eso, tan solo puedo decirte quién fuiste tú en la mia, quién eres.

Eres el motivo por el que respiro, por el que creí en el amor, eres esos ojos limpios, esa mirada que atraviesa el alma, que llevaré conmigo hasta mi último momento, el tiempo detenido, el dolor, la alegría de escucharte reír, y el constante instante de extrañarte, supongo que eres todo, el último pensamiento al dormir, el primero al despertarme.

Lamento no haber sido nada así para ti, he debido hacerlo muy mal para no dejar ni siquiera una pequeña huella en ti, ni un día de necesidad, ni de echarme de menos, lo sé, porque te lo preguntaba y como siempre tú, sincero hasta la extenuación, me respondías que no, que no me echabas de menos, y lo demostrabas cada día. Por eso jamás he dudado de nada de lo que me dijerás, aunque ya da igual, te dejé tranquilo, tan solo te informo el motivo por el que me fui, es que necesito curar mis heridas, me entiendes verdad?.

Aún estoy sangrando por el dolor de tanta soledad, de tanto vacío, de no tenerte, de estar a mi lado y no sentirte, de ir muriendo tan despacio que lo único que deseas es morir de una vez, sin tanta tortura. Simplemente he intentado escapar, para que este daño no acabe conmigo, sino que pueda seguir adelante asimilando la verdad, que sencillamente nunca me has querido, o si lo has hecho, fue para curar tus anteriores heridas, yo te prometo que jamás le haré nada parecido a nadie más.

Seguiré sola hasta el día de mi muerte física, porque ahora mismo es peor que estar muerta lo que estoy sintiendo, este dolor desgarrador que se convierte en nada...que llena de vacio mi mundo, mi corazón, que me transforma en un ente extraño que hace que ni siquiera yo me conozca. No te culpo de nada, eso que quede claro, la única culpable he sido yo, por dos motivos, el primero enamorarme, el segundo dejar que me mataras.

No sé si te extrañara recibir esto, aunque creo que no, siempre supiste lo que hacías, no dudaste en nada, hiciste todo con conocimiento de causa, el único motivo que tendrías sería agotarme, porque otra explicación no le encuentro, tampoco espero respuesta, ni te haré preguntas, te conozco lo suficiente como para saber que todo esto fue algo planeado por ti hasta el último detalle.

Cada dolor, cada desprecio, cada palabra, todo, absolutamente todo fue hecho con el único fin de ponerme a prueba, de ver hasta donde llegaba, ya ves, no soy como esperabas, no reacciono como el resto del mundo, simplemente me voy, sin decirte nada, sin preguntarte, sin hacer nada, para qué? qué sentido tendría preguntarte algo tan inútil?. Sé que fuiste consciente de todo lo que hacías, sería demasiado estúpido por mi parte preguntarte el motivo, solo uno: nunca me amaste.

Espero que de ahora en adelante todo te vaya bien, y encuentres a la persona que te ame como necesites y deseas, o vuelvas con la única persona que has amado en tu vida, ojalá y así sea!. Lo único que quiero es que seas feliz, quizás es lo único que no viste, por eso el silencio, por eso me fui.

Nunca se me dieron bien las despedidas soy algo torpe, además no me gusta que nadie me vea llorar, mucho menos cuando sé que voy a hacerlo hasta quedarme sin lágrimas. Recuerdo el día que nos conocimos, tu ironía, mi inocencia, y con ese recuerdo me quedo mientras me rompó.

Suerte amor mio, sí, eso puedo decirlo, porque has sido y eres mi amor, mio, sí, tuyo no, ahora entiendo porque me lo negabas cuando te lo decía, tarde me di cuenta, pero al fin lo hice, por eso me decías no. Pero te equivocas que tú no me hayas amado no significa que yo no lo hiciera, yo te he amado por encima de todo, así que sí, tú eres mi amor, aunque yo no haya sido el tuyo.

Cuidate mucho. Supongo que en algún momento de la vida volveremos a encontrarnos, la vida es así, a veces rara, a veces ilusionista, pero siempre, siempre dura, cruda. La próxima vez que nos veamos no te preocupes porque nada de esto saldrá a la luz, conoceras a la persona que mataste, la que nunca conociste, la que es capaz de estar delante tuya muerta sin demostrarlo, sin mover un ápice de la faz mientras te enfrenta.

Hasta siempre...y para ser totalmente sincera, mi mente en lo único que piensa es: ámame otra vez...se entristece el alma sin tus cosas, ya no me aclaro, no, soy nadie sin tu boca...así fue siempre, tan solo yo amando.

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