lunes, 9 de marzo de 2015

CULPABLE




"Ni siquiera puedes imaginar cuánto te necesito, ahora mismo, en este mismo instante, en este mismo segundo, daría media vida por volver a verte, por deshacer los errores y reencontrarme contigo de una vez por todas, como antiguamente, hablarnos de todo, sin más miedo, sin más mentiras, solamente tú y yo, como aquel día, recuerdas?.
Sí, lo sé, últimamente solo vivo de recuerdos, porque no sé cómo enderezar mi vida, no sé como hacer que todo lo que ha pasado dejará de existir, sigo siendo yo, sintiendo lo mismo, queriendo a las mismas personas, daría lo que fuera por ellos, y no sé hacerlo, me come la rabia, la impotencia, el dolor, he fallado a todos y no sé cómo solucionarlo, he estado demasiado ocupada intentando evadirme, escaparme, irme de donde nunca debí irme, buscar algo que también a mi me consolará, me diera la paz, y henos aquí, lo único que he conseguido es quedarme peor que estaba y traer tantos problemas a mi mundo que me faltaran vidas para solucionarlos. Solo quiero que esto acabe...anoche mientras hablaba contigo me di cuenta de una cosa, no puedo vivir sin él, jamás lo haré, solo necesitaba darme cuenta que sigo estando aquí, que en realidad no me fui, solo me escondí porque estaba tan cansada que no sabía como recomponerme, y me deje llevar, me fui...hace tiempo que tú y yo nos separamos, por mi culpa, lo sé, como casi todo lo que ha pasado en estos últimos tiempos.
Yo lo amé, tú sabes cuánto, tanto que dejé de ser persona, y ella me traicionó, me ocultó todo lo que había hecho, y yo me fui, lo dejé solo, no peleé más, por ella, porque era mi mundo, sin embargo, me traicionó...no he sabido asumir eso después de tanto tiempo, no podía asumirlo, soportarlo, es irónico, tú sabes cuán irónico es, por qué ahora? para qué decirlo ahora? es encontrarme a otra persona, a una que no conocía, a una que odié tanto como he amado....
Él no hay nadie más importante en mi vida que él, y no sé demostrarlo, le he fallado tantas veces, que ya no sé cómo recuperarlo e irremediablemente por mi culpa se está condenando a un abismo que no sé si sabré estar a la altura, porque estoy cansada, demasiado, pero él...él no...te he pedido por activa y pasiva todas las noches de su vida, que con él no me castigarás, porque es lo único que no soportaría, ya tuve suficiente conmigo misma, con ella, pero con él...con él no, por favor.
No sé como seguir...ahora, ahora mismo sigo estando tan sola que sólo estamos tú y yo, como antes, recuerdas?
Sí, esa pregunta una y otra vez...qué puedo hacer más? excepto recordar cuando tú y yo estábamos juntos y todo, absolutamente todo era más llevadero, lo sé, fui yo quién se fue, siempre yo, asumo mis actos, mis culpas, mis demonios, mis errores.
He seguido caminando y entre todos ellos, ahora que intento que todo salga bien, hacer bien las cosas, como antes, no estás tú, ni él, ni ella, ni yo misma...solo esta sensación de impotencia, de soledad, y nada más. Este deseo irrefrenable de encontrarte desesperadamente, porque es lo único que tengo, que me queda, volver a encontrarme a mi misma, a ti, a ellos, sacar adelante lo que yo misma he hundido.
Sola, como antes, recuerdas? sí, lo sé que recuerdas, tú yo sentados en la parte trasera de aquel, bebiéndome las lágrimas, como ahora, sí, recuerdas, lo sé, aunque calles, aunque los dos hayamos estado distraídos, aquí estamos, en el mismo lugar, con las mismas lágrimas, con el mismo dolor, con los mismo errores, o peores, perdiendo todo lo que siempre he amado en la vida.
Cómo se puede estar así? cómo puedo haberme quedado sin ti? aún no me lo explico, aún no lo sé, sólo sé que te necesito, solo sé, que ahora cambio los ojos con los que me miras, con los que te veo, cuándo aprendí a odiar?...a sentir esta sensación de ira? cuándo aprendí a....? eso no, aún no consigo olvidar, pero sus ojos ya no son los mismos, ni sus manos, el dolor es más intenso, desgarra, es no tenerlo nunca, y desear a cada instante que siga, no son risas, ni llamadas intempestivas, es un silencio desgarrador, agotador, siniestro, tortuoso, y duele...
-Podrías venir un ratito conmigo? solo un poquito?, sí, por favor, tan solo un momento...
-Claro...
Él, ahí está, como casi siempre que ella le gritaba, que ella lo necesitaba, y sus ojos ya no son como antaño, está triste, dolorido, él también está dolorido, lo sé, no puedes hacer más por mi que lo que ya has hecho.
-No me quiere...él no me quiere, y a los que amo, y me aman les he fallado, los he agotado, no sé como ayudarlos, no sé como comportarme, solo dejo que el tiempo pase, parada, intentando en vano que la magia existas y las cosas se solucionen por si mismas, hace demasiado tiempo que deje de luchar, tú me conoces?. Yo no.
-A veces te reconozco mujer, en este instante lo hago, en tus lágrimas, en tus miedos, en tu preocupación, en tu petición de siempre, en ese sinvivir de que no le pase nada a él, por supuesto que te reconozco, y en tus infinitos recuerdas?. Sí mujer, sí recuerdo, sé dónde quieres ir...aunque no deberías hacerlo.
-Lo sé, pero...ya veo otro rostro, otros labios, otras manos...no me quieren, ha tenido que pasar tantas décadas para que fuera consciente que él, él siempre me amó...pero...heme aquí, piedad?...ya no sé ni que pedirte, porqué no sé cómo soportar esto, no puedo perderlo, no puedo quedarme sin él, yo...sin él, sin él yo no sé vivir, me moriría, él es toda mi vida, lo único que he amado por encima del mundo, sé que no soy buena, que no sé amar, lo sé, pero aún así no ha habido nadie ni habrá que pueda amar como lo amo a él, y no puedo perderlo, lo entiendes?
-Sí...me gustaría poder decirte que dejaras de llorar, que te tranquilizarás, pero sé que no lo harás, que todo esto tenía que llegar...sigo estando, recuerdas aquel día en el parque?
-claro, cómo olvidarlo? y ahora tan solo veo sus ojos, azules y negros, ambos confundidos, uno pospuesto sobre otros, el primer día de ambos y ....no sé cómo soportarlo...en serio que no sé cómo soportarlo, me voy cayendo a pedazos, y tú, tú, podrás sujetarme?
-No lo sé, no voy a engañarte, ni siquiera yo sé si esta vez podrá sujetarte aunque sea un pedacito de ti, algo que no sepas que esta, que ni siquiera tú sepas que está...
-Ni yo, yo tampoco sé por donde sujetarme, porque todo es culpa mía, todo, absolutamente todo es culpa mía, lo asumo, pero sinceramente no sé como salir de aquí, me ayudarás?
-Lo intentaré mujer, pero...quieres que te cuente un cuento?
-Alegre?
Una sonrisa melancólica asoma a su rostro, como aquella primera vez que lo vio, sus ojos la vuelven a mirar con cariño, como siempre, pero ella está totalmente vencida, no sabe cómo afrontar todo lo que se le viene, ni siquiera puede intentarlo, porque está muy cansada, demasiado...
-Mujer...
-Sí?
-Quieres descansar?
-Sí.......

domingo, 8 de marzo de 2015

SOLEDAD....




"Susurraba el viento en su cabello,

ondeaba una vez más antiguo estandarte,

grietas en la tierra abrían las heridas,

desde lo alto del risco parecía perdida,

entre cánticos y recuerdos resuena un nombre,

no sé cuando te fuiste...

haz que la memoria agilice,

necesito que grites...."



Su memoria era un secreto, algo intocable, se repetía una y otra vez como si preguntarle fuera agredirla, a veces lo era, hacia tiempo que no recordaba, no quería hacerlo, evitaba cualquier mención sobre aquel hecho que le hacía daño, que había matado sus sentimientos que la había ido llenando de decepción, de desconsuelo, de una inmensa soledad. Era extraño aún en compañía se había sentido la mujer más sola del mundo, como en este momento, reinaba el silencio entre ambos, ella intentando no recordar, no hacer revivir en la memoria los momentos felices, no enterarse de que no estaba, que el único que le importaba era él mismo, como siempre, pero había tardado demasiado tiempo en darse cuenta, cuando era tarde, cuando había muerto tras sus desprecios, preferencias, elecciones, todo era antes que ella, como en este momento, mientras ella lo miraba preguntándose que los había llevado a ese estado, a ese momento, él seguía ignorándola, ocupándose de sus cosas, viviendo su mundo, al fin y al cabo era lo que le importaba, si lo pensaba le resultaba patético, pero no él, sino ella misma por soportar la situación, por no irse, por no decirle que ya no lo quería que cualquier atisbo de sentimiento que albergará por él, se había encargado de ir matándolo.

La había acostumbrado a la soledad, a los limites, a no estar nunca cuando lo necesitaba, a no escucharla, sencillamente se limitaba a exigir, a lo suyo, a no pedir perdón nunca, ni dar las gracias, exigía sin más, y ella ya no le daba, simplemente se había acostumbrado a no tenerlo, y de tanto tiempo así, de esa soledad compartida, había nacido una cosa que le daba miedo, pero era la muerte de sus sentimientos, otra vez volvía a estar vacia, y esta vez no pensaba volver a intentar ponerle remedio, se había convencido que no existía ningún hombre que la entendiera, ni que la quisiera como ella era.

Nadie sabe quien soy ni como, excepto Tú.

-Lo sé mujer, aún no entiendo porqué estás con él, es cierto que sabe ilusionar con sus palabras al principio, casi parece que se preocupara por lo que te importa, pero en el día a día, solo te queda la soledad y ser relegada a la última posición de su vida, cuando alguien te ama eres su prioridad, todos sus pensamientos, de día de noche, y desea estar contigo cada minuto del día, yo eso lo sé mejor que nadie, ya sabes que es lo que mejor manejo...

Una sonrisa meláncolica asoma a los labios de ella, cómo no saber del tiempo? él era el dios en ese aspecto. También a la hora de amar, aún recordaba aquel maravilloso beso, con el que sellaron su pacto, inolvidable, imborrable, era todo lo que necesitaba para sentirse amada.

-No deberías recordar ese momento, ni pensar en el como si fuera el único feliz de tu vida.

-Quizás lo es...no pensaste eso maestro?

-ummm niña si empiezas por ese camino sabes que podemos liarla, yo soy amante, más que amante de tu lengua afilida...

-Afilada?? ummm dejame tocarla -se pasa la lengua por dentro de su boca dejando que él vea el movimiento, después la pasa por entre sus dientes- No, decididamente no tiene nada de afilada, mira -y se la saca-ves? no me hice ningún corte...

-Estás segura?

-Sí, quieres que pruebe otra vez para asegurarme? -le pone ojitos cariñosos, su carita de ángel, esa que podría engañar al mismisímo demonio pero no a él.

-No es necesario cuando quiera puedo demostrarlo.

-Demuéstramelo, estoy escéptica hoy, ya ves...

-Escribiente no debería iniciar un juego en el que vas a quemarte

-No pensaste que igual necesito arder? sentirme viva?

-Lo sé, sé que es lo que necesitas arder, consumirte, dejar de pensar en él, de mirarlo con cara de idiota, de asumir que no eres nada en su vida excepto un mero entretenimiento para no aburrirse, para matar las horas, porque no le importas.

-Gracias por tu honestidad, aunque podrías habértela guardado en lo más hondo de tu ser, allá donde la espalda pierde su nombre...

-Jajajajajajajaja...sí, mujer, así me gusta, viste? lengüita afilada...pero no puedo mentirte, además yo también he de irme.

-Me dejas...

-Sí.

-Nos veremos nuevamente?

-Sabes que no, estás soñando.

Esas palabras la despiertan sobresaltada, mira a su lado en la cama, está él, quién no la ama, por qué está allí? por qué finge? desde cuándo no la toca?...ni siquiera se acuerda. Ese sueño fue un aviso de su muerte, de su escapatoria, es libre, ya no siente nada, ni calor cuando se acerca, ni dolor cuando la desprecia, es lo que él vino a decirle que su tiempo y ella son libres.