"Unidos, al tiempo que separados, ambos arrogantes, orgullosos, difíciles en el trato, acostumbrados a arrollar, a no ceder, imposible que no chocaran, que no se arrollaran el uno al otro, que no fueran uno en la guerra, y uno en el corazón o el alma...Él, hombre impérterrito donde los hubiera, parecia que carecía de corazón, nada en su faz implicaba un movimiento, sus gestos nunca lo delataban, no dejaba entrever ninguna emoción, nada...su mundo interior era suyo, entero, completamente ajeno a cualquier persona que lo rodeara o lo amara, él y solo él era su propio custodio...Ella, guerrera constante, amante de cada batalla, de cada guerra, luchadora incansable, acostumbrada a ganar, a no perder, a conseguir sus objetivos...inevitablemente estaban predestinados a estar separados, aunque ellos en su particular forma de ver el mundo habían obviado las leyes de la naturaleza, habían desafiado al destino, incluso a ellos mismos y se empeñaban en estar unidos de forma particular, una forma que hería, que dañaba, que agotaba pero que era la única forma de estar juntos, de sentirse, de agotarse ambos, en una fría mirada, en la distancia, incluso en la cercanía, la cuestión era estar...sin ninguno de los dos perder, eso era lo difícil, un día uno de los dos tendría que ceder, dejar de ganar, si querían ganarse el uno al otro, y ese día iba acercándose, ambos tenían mucho que perder, había más personas en juego, era ahora o nunca, o se unían con la verdad o se separaban con la mentira de esa aparente frialdad...él cercado por una mujer, ella, rodeada de aquel misterioso hombre que le regalaba cosas extrañas, ni siquiera sabía quién era, o de donde provenía, pero todo se centraba en ellos dos, en alejarlos, tan sólo la rendición de uno, o de los dos, haría que el encuentro fuera total...sus genios si dejaban de serlo, serían lo primero en disfrutar, ambos temperamentos chocarían y arrollarían con todo lo que naciera de dentro, o de alrededor, no conocían el alcance o límite de sus sentimientos, ninguno de los dos, porque se empeñaban en ocultarlos...hoy ella había recibido aquel regalo...un pequeño cristal azulado que brillaba con vida propia, una luz que se transportaba según sentía, como siempre aquellos regalos eran raros, pero también precisos, era como si la conociera mejor que ella misma, sabía exactamente qué hacer o decir con sus múltiples regalos...él, también tenía compañía, ella los estaba mirando, quizás la mujer que lo acompañaba le hacia bien, se veía femenina, dulce, frágil, lo miraba como si solo él existiera, y dolía, claro que dolía, pero...jamás iba a mostrar ese dolor, ella era invencible, mucho más si se trataba de aquel arrogante hombre...además ¿quién era ella para apartarlo de aquella joven?...se miró la mano, dentro de ella aquella piedrecita parecía refulgir con más fuerza, como si estuviera sintiendo el laberinto de emociones que atravesaba, como si previniera que su corazón estaba sangrando bajo aquella estúpida máscara de sarcasmo...sus andares de gata, la hicieron acercarse a la pareja, saludó correctamente como siempre, y sus ojos, como tantas veces se posaron fijos en los de él, solo que esta vez se sobresaltó, en el fondo de aquellos ojos había una extraña luz, muy fugaz, pero había estado ahí, ella la había observado, en realidad sin ella saberlo, esa misma luz se había encontrado en los dos, y ambos habian sentido la misma corriente que los habia aturdido por una fracción de segundo, demasiado tiempo para aquellos que nunca mostraban nada...desvió su atención hacia aquella exótica belleza, la saludó y por un segundo volvió a sentir que se le revolvían las tripas, sensación rara...nuevamente se sorprendía a sí misma, de esas sensaciones extrañas, más su mirada inevitablemtne volvía a él...
-Volvemos a encontrarnos, nuevamente, como de costumbre en el campo de batalla (era la forma de hablar de ambos, su campo de batalla era la vida, sus encuentros, sus propias guerras)
-Sí, es normal, estamos en el mismo círculo, encontrarnos forma parte del ritual social...Y como tal he de presentarte a quién me acompaña...aunque la verdad no me apetece en exceso presentar, mejor piensa...
-Mmm ¿me propones qué averigues quién es? jajajaj...muy desconsiderado de tu parte porque la joven se puede sentir incómoda por tus modales...
-Ella está acostumbrada a mis modales, como tú los llamas, nunca se siente incómoda, ¿acaso lo estás tú? ¿te ha dado curiosidad conocerla? porque eso sí sería noticia...
-Mmmm tengo cosas que hacer, señorita...encantada de conocerla a medias, respecto a ti, supongo que nos volveremos a encontrar más tarde, o alguna otra ocasión...si me disculpan..
Se va, los deja allí, mirandola marchar, pero la inquieto aquella joven, la forma en qué la miraba, en realidad la forma en qué los miraba, era como si quisiera entrar en su alma, y ella no tenía, y él menos...
-Deberías haberle dicho quién soy...no es propio de ti actuar así, aunque reconozco que ambos sois dignos de enfrentaros, es la primera mujer que no veo sucumbir a tus encantos, hermanito jajaj, y me intrigo mucho tu forma de tratarla, y de mirarla...deberías decirle la verdad de lo que escondes...
Habían pasado varios días desde aquel encuentro, y la luz de aquella piedra se había vuelto oscura, como ella, como sus pensamientos, o más bien dicho , como sus sentimientos, no sabía que aquel lamentable estado pudiera vivir en ella también...pero desde que lo vio con aquella mujer...su corazón había sufrido un enorme desencanto...estaba decidida a callar, a no decir, y a mirarlo nuevamente a aquellos ojos que parecían querer hablar o decir..
Su caminar era lento, necesitaba explotar todo, y aquel camino le hacía bien, llevaba horas caminando ni siquiera sabía donde estaba, hasta que levantó la vista, y se encontro con aquel familiar lugar, aquella enorme casa de piedra rodeada de hiedra y muros, sus ventanas llenas de sol...inconscientemente había ido a su casa, a la de él, sin darse cuenta, y la luz de la piedra se había transformado en un tono rojizo..
-No deberías estar aquí esto es propiedad privada, ¿no leíste el cartel? ¿o es qué no sabes leer?
Se da la vuelta, se lo encuentra...sus ojos, nuevamente aquella luz, en su faz, ninguna muestra más de nada, ella lo mira, altiva, como siempre, se da la vuelta y se dispone a marchar, sin hablarle, sin decirle nada...le habían dolido sus palabras...sin embargo en el último momento algo la detiene...la luz vuelve a brillar con tanta fuerza que hasta él la observa...Así, de espaldas a él, comienza a hablar, sin saber lo que dice hasta que sus propios oídos se escuchan...
-No sé porqué mis pies me trajeron aquí, ni cuenta me di que estaba en tu casa, hasta que levanté la vista, me resultó familiar el paisaje, pero hoy no tengo ganas de ganar, sólo tengo ganas de caminar hasta el lugar donde me lleven mis pies, y resulta que ese lugar es tu hogar...no sé si pedir perdón por eso, pero es donde me trajo mi alma, supongo que ella se molestaría si me viera aquí, pero...mirame, ya no me quedan de luchar...no sé quién me hace tan extraños regalos, pero sé, sé que me gusta perderme en tus ojos, y luchar contigo, y que cuando no lo hago,nada tiene sentido...sí, esta vez tú ganas...parece que te has llevado mi alma...
Una vez acabado, comienza a caminar hacia delante, sin mirar atrás, sin bajar la cabeza, ya dio más de lo que hubiera pensado, sus propias palabras la han sorprendido, y traicionado..
-Pues creo que estamos empatados (la voz de él resuena a su lado, la ha seguido, y se ha agitado al escucharlo), si yo tengo tu alma, tú también tienes la mía...y los regalos extraños son míos, sabía que si te los daba yo los rechazarías, era la forma de acercarme a ti, me cansaba luchar con la mujer que me movía el alma...y sí, ella, o mejor dicho, a ella le encantaría vernos tener esta conversación, porque ya me aviso en su momento que me había enamorado de ti, sí, mi hermana es más inteligente que yo...
Él la toca, la voltea para mirar sus ojos, y se encuentran, luz con luz, expresión con expresión, sin nada oculto, ambos altivos como siempre pero perdidos el uno por el otro por primera vez...va a ser cierto que el amor es el arma más poderosa del ser humano...
Jo Precioso muxus
ResponderEliminarQue sepas que me ha encantado no paro de releerlos
ResponderEliminarjoooooooooooo q guay!, uff menos mal!, al final acaban de ir por la vida luchando el uno contra el otro, me agotaba imaginármelo, dios!, menudo par de cabezones!, ganas entran de pillar a este tipo de elementos y atarlos a un árbol hasta q se sinceren. Pero bueno, me alegra ver q ella impone algo de cordura y habla :)
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