LOCURA...

"Volvía a ocultarse el sol, las nubes amenazaban tormenta, las primeras gotas de lluvia se iban abriendo paso entre la multitud extraña de su alma; a veces era sencillo estar así, en silencio, sin nada, sin embargo otras era sumamente difícil encontrarse en la nada. Había palabras que la retornaban al pasado, incluso la llevaban en volandas, añadiendo significado a su pesar, otras veces, esas mismas palabras la llevaban de vuelta a la vida, y se volvía a preguntar qué pasaba...quizás todo carecía de sentido, o quizás todo tenía sentido, la cuestión es que ahora sabía que si alguien te acostumbra a no estar, acabas por no echarlo en falta...el tiempo es cruel con todos, no perdona el abandono, ni el olvido, en realidad no perdona la dejadez, y un día te das cuenta que todo lo que quedó fue costumbre, ¿entonces qué hacer? ¿cómo reaccionar?, cuando un alma se agota, ¿a dónde hay que llamar?. No sabía, era imposible asegurar que no echara en falta nada, sin embargo estaba muy cansada, su mente divagaba buscando una solución, algo donde aferrarse, donde esconderse, donde estar... nada parecía llegar a su mente, su alma iba arrastrando jirones tras de sí, desgarrando cada beso, cada recuerdo, cada "te amo", rompiendo todos los secretos, por una vez era libre de decir la verdad...su pensamiento se torna oscuro, el silencio la abraza, la condena al vacío, y grita una y otra vez, dos palabras, con todo su significado: TE AMO...tan sencillo como eso, y tan doloroso como el tiempo, no había más, se acabó, todo había terminado, se había ido, había desaparecido, estaba rompiéndose en pedazos, las lágrimas iban surcando su rostro, ya no había vuelta atrás, todo había acabado, tan sólo quería un beso, no pedía más, sentir sus labios, cerrar los ojos y sentirse transportada a ese universo donde el amor manda, donde el corazón supera el dolor, donde cada segundo el tiempo le dice: ama...no estaba, era cierto, no estaba, debería haberse acostumbrado a no tenerlo, a sus salidas fuera de tono, a su falta de decir un: yo también te extraño...debería, pero no era así, ahora tan sólo gritaba y moría por un beso, por un maldito beso, de sus labios, solo de sus labios, por encerrarse una sola vez en sus brazos, transportarse en el espacio-tiempo, acercarse a su alma y llenarse de la ternura de sus abrazos; apenas y podía respirar, las lágrimas anegaban su rostro, y allí estaba, intentando averiguar porqué se había marchado...era bueno, no había descubierto nada, al fin, no había tenido que decir, no importaba más, todo estaba acabado...pero...¡maldita sea, dolía!!!.
-¿Cómo le digo que aún lo amo? ¿cómo le explico que me estoy muriendo? ¿cómo grito que no puedo hacer más? cómo???
Hablar sola era uno de sus múltiples defectos, allí lo hacía, rememorando sus besos, sus labios, sus ojos, su forma de decirle: te amo...aquellas veces que lo decía, que su corazón lo inundaba y le decía...¿ahora qué? ¿ahora quién se lo diría? ¿dónde irían sus besos? ¿dónde sus caricias? ¿dónde sus sentimientos? ¿dónde sus miedos? ¿quién lo cuidaría? ¿quién?...ya no se rompía, no, ya estaba rota... no estaba, se había ido, se había ido, tenía que asumirlo, ¿pero cómo hacerlo? ¿cómo?...su ojos se cierran, lentamente cae al suelo, su cabello oculta el rostro, más imposible ocultar el torrente de lágrimas, su mente la lleva a su lugar favorito, junto a él, junto a sus brazos, junto a sus besos...todo se oscurece a su alrededor, deja de pasar el tiempo, sus labios se amoldan a aquellos labios rememorados, su cuerpo tiembla bajo la lluvía, al tiempo que comienza a formar su figura, lo atrae a su lado, lo siente respirar, lo siente abrazarla, respira su olor, está...su imaginación y deseo de tenerlo hacen el resto...sus lágrimas se confunden con las gotas de lluvía, pero lo abraza, su alma lo abraza, lo funde, lo añora, lo atrae, lo ama, se vuelve a perder una y otra vez en ese beso, suyo, es suyo, nunca fue tan suyo como ahora, sus ojos evocan la imagen, hasta puede oler su cuerpo mezclado con el agua de la lluvía. está a su lado, lo está...su mente irracional, vuelve a rallar en la locura, se pierde junte a él, lo ama, simplemente lo ama...el frío, y el agua la calan hasta los huesos más sus ojos siguen cerrados centrados en su mirada, en aquel beso, en sentirlo, en no perderlo...¿quién le dirá al oído: fea te amo?, su llanto aún rompe el silencio, aquellos quejidos hacen que la noche aún parezca más fría, más siniestra, más amarga, hasta los animales gimen al escucharla...-no pasa nada amor, no tengas miedo, mientras yo esté aquí nadie te hará nada- su locura empieza a despuntar, despacio lo va meciendo, mientras le canta al oído: te amo, te amo, te amo...ya no hay tiempo, ni límites, ni mensajes, ni llantos, no, ya no hay nada, perdió la locura en aquellos labios, en aquellos brazos, en los susurros de un te amo... nada ni nadie podrá decirle que no lo está besando, que no lo está amando...ahora y siempre lo estará cuidando...en la noche tan solo se ve a una mujer llorando, abrazando la nada, susurrando al oído dos palabras: te amo...nadie le ha dicho que la locura es sana!!!...