miércoles, 1 de junio de 2011

LA MARGARITA Y EL PAJARITO...

"De esta extraña forma puedo volar -era el absurdo pensamiento de ella-, absurdo, sí, porque realmente iba caminando a una lentitud desesperante, nadie podría ni tan siquiera imaginar que ella estuviera pensando que podía volar. Pero nadie tampoco sabe que aquella mujer es absurda hasta decir: ¡basta!. Podría volar en su imaginación, sí, podría hacerlo, pero ahora mismo no volaba, no, lo único que intentaba hacer era no caer, no perderse en el universo vacío de sus propios miedos, de sus propias desdichas. A veces le encantaba soñar, pero últimamente la fuerza se había ido tras la realidad, y eso estaba haciendo mella en su forma de ser y actuar, había dejado de ser, aquella irremediable soñadora de cuentos de hadas, ya no creía en ellos, o más bien los había apartado por momentos, ¿qué podía pasar si dejaba de soñar?. Ella siempre había sabido la verdad, nunca fue indiferente a este hecho incuestionable, simplemente que no dejaba que nadie entrara en su mundo, ni la conociera, no, lo único que hacía era evadirse, mostrar aquella cara benévola de decir: yo tan sólo sueño, tan solo sueño...más no era realidad, si era honesta nunca había soñado, tan sólo había dejado que su mente recreara una y otra vez imagénes absurdas en las que pudiera sonreír. Sin embargo hoy no creaba nada absurdo, hoy creaba pensamientos reales, hoy veía una y otra vez aquellas margaritas ajadas, totalmente deshechas que un día tuvieron vida, su vida. Quería volver atrás, preguntarle nuevamente a la margarita y que le contestará: sí. Pero la realidad es que seguía diciéndo lo mismo: no. Decir los sentimientos nunca fue su fuerte, en realidad no recordaba nunca haberlos expresado en voz alta, más bien se había alejado cada vez que llegaban, los había escondido,y se había limitado a preguntarle a aquella flor...su única compañía, hasta su propio corazón le decía que luchara por él, que no lo olvidará, que no lo abandonará, tirado por ahí, entre medio de zarzas, o aún peor conservado en un trozo de hielo, pero ella no sabía hacer eso, sencillamente no sabía...¿Cómo digo a mi corazón que no sé sentir?. Y ahí entraban los sueños, su mundo irreal, loco, dónde todo podía ser perfecto, sí, ¿por qué no? ¿por qué hoy no podía escribir algo donde el amor triunfara? ¿o sencillamente donde alguna loca hiciera de la vida algo tranquilo y feli? ¿por qué no?. ¡Qué empezará la noria de sus sentimientos!¡Qué gire, gire, y gire hasta romper el universo de su soledad!!...Girando, esta loca noria, donde tan sólo empieza el soñar...
"-Mmm tero un bexo, uno grande, sí, lo tero, y tú, tú me lo darás, sencillamente porque yo te lo digo, así que no me mires más así como si estuviera loca(que lo estoy lo reconozco), ¡anda, sí, dame un exito!!
Aquel pájaro la miraba atónito cuánto menos, no entendía que andaba diciendo aquella mujer delante de él, hablando, no sabía qué, él sencillamente era un pájaro solitario, aunque a veces querría entenderla, la veía tantas veces en aquella habitación hablando sola, cantando, sonriendo, dando vueltas, y de vez en cuando también parada en mitad de su habitación, con la cabeza baja, y regando el suelo, era lo único que a veces entendía, aquella mujer de vez en cuando expulsaba agua y llegaba hasta el suelo...casi siempre cuando miraba aquella foto, pero jamás supo de donde venía el agua que llegaba al suelo.
-Ah, estás aquí!, ¿por qué no has bajado aún? te estamos esperando todos para comenzar, ¡vamos date prisa niña!. -Su madre siempre llegaba en el momento más inoportuno, jo, esta vez el pajarito iba a besarla, ¡en fin tendría que ser en otra oportunidad!
-Pues nada joven amigo mio, espero que otro día me des tu exito, ¿sí? quiero ver si un día me entiendes, :P.
Los días habían girado rápidamente, demasiado, y la compañía de aquel extraño pájaro era su única compañía, ¡ojalá pudiera entenderla!. Pero hacía más de una semana que aquel pajarito no aparecía, y empezó a notar demasiada desazón, así que decidió ir a buscarlo por los alrededores del bosque que rodeaba su casa, en cuánto lo viera sabría quién era su pajarito, él siempre la miraba de aquella forma profunda, siempre...
De repente una extraña tormente empezó a formarse en el cielo, las nubes se oscurecieron a una velocidad vertiginosa, el viento soplaba con tanta fuerza que la tiraba hacia atrás, y su cuerpo estaba siendo herido por multitud de ramas, pero lo más extraño de aquella tormenta era que parecía señalar un sitio, en el que no había tormenta sino luz, una inmensa luz, calma, paz...¡pero costaba tanto llegar allí!.
Asiéndose  a los arbustos más pequeños y luchando con aquel viento, consiguió llegar al centro de la calma, con la piel herida y azotada por el agua y las ramas que el viento hacía golpear...Y allí estaba su pajarito, herido en el suelo, con los ojos mirando hacia ningún sitio. Sin saber porqué salió corriendo hacía él, con el corazón saliéndose del pecho, apenas y podía respirar cuando llego a su lado, no veía heridas aparentes, pero era evidente que estaba al borde de la muerte, ¿qué hacer? ¿cómo reaccionar?.
-Levántate anda! no te quedes así, ¡mírame, mírame!, ¿me recuerdas? te echaba de menos, y salí a buscarte, ¡ven conmigo, voy a llevarte a casa! sí, yo te cuidaré, lo haré, no te preocupes, de verdad, que te voy a cuidar, no dejaré que no me des un "exito", tienes que entenderme, además yo siempre consigo lo que quiero, siempre, y tú, ¡tú, te enteras VAS A VIVIR!!!.
Miro el cielo, lo cogió en sus manos y se preparó para enfrentarse nuevamente a aquella extraña tormenta, aunque no hizo falta, todo fue coger al pajarito en sus manos y el bosque se abrió para ella, haciéndo un camino despejado hasta su propia casa, si aquello le pareció raro, no le prestó atención, simplemente salió corriendo con el pajarito en sus manos hasta casa...Le puso calor, le dio medicamentos humanos, quizás era absurdo eso, pero lo hizó, lo acostó a su lado y durante 3 días y 3 noches, estuvo cuidándolo y cantándole imitando su propia voz, hasta que el cansancio la rindió.
Cuando se despertó...no había nada, el pajarito no estaba, nada, tan solo a su lado una margarita ajada, ¿dónde estaba el pajarito? ¿dónde ?¿qué había pasado mientras dormía?.
Salió corriendo en su busca, recorrió todo el bosque, y no encontró nada, absolutamente nada. Tan solo un joven salió a su paso, para decirle que dejara de buscar, pero ella no podía, no podía dejar a su pajarito, y loca e irracional, gritó en medio del bosque: Te fuisteeeeeee!!!!!!! y me debes un "exito" me lo debes, me lo debes, me lo debes!!!!!!!!!!!!!!!. Y cayó al suelo, sin saber porqué atravesada por un dolor intenso, aquel pajarito había sido todo lo que tenía y se había ido sin saber cómo estaba...
El joven se volvió al escuchar aquella voz, y la miró, allí, caída en el suelo, regando el suelo, como tantas veces la había visto en su habitación. Se acercó, le tendió una mano, y al levantar la vista hacia la mano, descubrió de donde salía el agua que hacía regar el suelo, de aquellos ojos, que por primera vez vio eran grises, extraños ojos grises, que al encontrarse con los suyos, se dilataron ante la sorpresa: ¡tú! ¡es imposible! ¡tú! tú...no puedes ser...no puedes ser!! pero tus ojos, tus ojos...
-Sí, yo...simplemente he vivido ciego, hasta que entré a tu ventana, y te vi día a día, nunca pensé que alguien se preocupara por un animal como tú por mi, expiraba mi hora, en esta forma, sin embargo tú me salvaste, ahora me toca a mi, darte ese "exito" que es lo único que me has pedido en todo este tiempo...
Se acerca a ella, le da la mano, la sujeta, y simplemente posa sus labios dulcemente sobre ella, le da aquel "exito" y su mundo desaparece...
Ahora está en su habitación de regreso, sin nada más que aquella margarita, su único recuerdo, junto con aquel dulce calor que ahora invade su corazón, sus labios, su cuerpo...está viva, sin embargo vuelve a regar el suelo. Él la observa, ahora sabe porqué riega el suelo, ahora sí...él también lo hace..."
Mi margarita y yo, te vuelvo a preguntar otra vez: ¿volverá a mi, algún día?...Los pétalos se deshacen, los vuelve a contar, y su respueta sigue siendo la misma...NO. ¿por qué a esta escribiente se le niega el poder de su Perséfone? ¿por qué no ha devuelto su ángel a quién la crea?...
-Sencillo mujer, porque tú, solamente tú puedes curar un pajarito y después dejarlo ir...porque solo tú, puedes reclamarle a tu propia creación un rescate, eso mujer, sigue así, devuélveme mi aguja y mi hilo que comienzan a echarte en falta...


2 comentarios:

  1. PLAS PLAS PLAS!!!!!!!!! jooooooooooo, maravillosa metáfora!, te has lucido chuliña :)
    Qué cuento + lindo madre!, me ha encantado, cierto q es muy triste... y con esa intensidad q caracteriza todo lo q escribes, pero tan tierno y lleno de sabiduría!. Debe aceptarse la vida tal como a uno se le presenta, y debemos aceptar lo q nos pase aunque no nos guste, a veces podremos luchar x cambiarlo, pero otras no; no podemos intentar controlarlo todo en la vida, hay q asumir q uno no puede tener todo lo q quiere y q en ocasiones se consigue y q en otras no. Aceptar un fracaso o una derrota, es una de las primeras lecciones q se debe aprender en esta vida, de las cosas + importantes q un niño debe aprender cuanto antes para prapararse ante lo q le deparará la vida... Si no sabemos aceptar lo q nos disgusta o nos asusta, malo amiguita!, lo q sufriremos entonces ufff...; sólo aceptando las cosas uno puede tener paz y volver a sentir, esto es indiscutible e innegable.
    Sí!, esa es mi chica, gracias por cumplir con tu parte del trato, un placer leerte, como siempre! muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuaaaaaaacc

    PD: orrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr hasta el culo de este puñetero chisme!, jopé, q llevo 5 minutos para intentar publicar y nada!, no hay tu tía!, q no me reconoce la cuenta y q ni pa dios! grrrrrrrrrr, voy a intentarlo como anónimo a ver... uff ommmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm jajaja

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  2. vaya! pues así sí mira!, pos nada, q soy yo, poco anónima la verdad jajajajaja :P

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