Donde los sueños tienen cabida siempre, acá donde el alma nace, se reproduce, crece, y de vez en cuando muere, siempre en las alas del amor que te da el alma, sencillamente viviremos los sueños...
sábado, 2 de abril de 2016
FRIO...
"Fantasmas ancestrales llaman a mi calma,
Rompiendo una vez más las entrañas,
Entre tu mirada y tu voz aún sigo...
Huesos que se estrellan contra mi alma,
Acariciando una vez más las mañanas,
Entre tus brazos aún me encuentro...
Despojos de recuerdos me claman,
Escuchando tu silencio te llamo...
Perséfone, ven, Yo te necesito...."
Perséfone 13.3
"No hay nada más que silencio, reinante en todo el espacio abierto, un silencio extraño, antinatural, ni siquiera se oían trinos de pájaros ni la respiración del ser humano que deambulaba por aquel paraje extraño...La tierra árida emitía un leve vapor producido por el intenso calor del páramo, sólo esa pequeña ilusión óptica rompía la hegemonía del lugar, el resto era un silencio denso, excesivamente denso, como los pensamientos de aquel ser que deambulaba de un sitio a otro, su mente debía estar más caliente que la propia arena, ni se sabía el tiempo que llevaba allí, en silencio...
Los dos seres que lo observaban también estaban callados, conteniendo la respiración, todos parecían estar pendientes de un hilo, o más bien de una persona que ocupaba el centro del páramo. Apenas era visible, estaba en el suelo, doblada sobre sí misma, en mitad de aquel calor insoportable, que no parecía afectarle en absoluto, era como si estuviera muerta...
El hombre la miraba fijamente no dejaba de hacerlo, como si la perforará con su intensa mirada, mientras sus pensamientos seguían un ritmo diferente. Desde que decidió salir al encuentro de ella todo había sido diferente en su vida, todo había sido un caos, un sinsentido aparente, al final había destruido cualquier atisbo de amor propio que tuviera, allí estaban los dos, en aquel sitio donde se habían citado la primera vez, y esta también, la última...
Intentaba recordar qué los había llevado a aquella situación, no conseguía recordar nada en concreto excepto el cansancio acumulado por las decepciones, la soledad, esa había sido siempre su amiga, la única que había tenido en toda la relación, esa fue la única constante en la relación de ambos, la soledad.
Al igual que ahora, ella se había presentado a la cita tan solo para guardar silencio, como de costumbre, para no responder a ninguna de sus preguntas, y así había transcurrido todo, ella esperando que él cediera, él esta vez no estaba dispuesto a ceder nada, porque ya nada de él quedaba gracias a todos sus desprecios, así que le dijo adiós, y la perplejidad de aquella mujer fue tal que se desmayó y cayó al suelo, en esa estaban, ella caída en el suelo por el impacto de sus palabras y él aprendiendo a respirar solo, en soledad, ya no era su necesidad, estaba aprendiendo a vivir por él mismo, por una vez no se preocupaba de donde estaba ella, qué hacía, qué necesitaba, no ahora su prioridad era él, por primera vez desde que empezó aquella relación insana con ella, respiraba con sus pulmones, pensaba con su cabeza, y su corazón movía su propia sangre, se sentía raro, encontrarse a sí mismo de repente le resultaba extraño, él mismo se sentía extraño...tan solo esperaba que ella se levantara de aquella inconsciencia para despedirla y marcharse, todo estaría terminado y él al fin sería libre, de todo lo que lo ataba a ella, mejor dicho lo que lo había atado a ella...
Un pequeño movimiento lo alertó, ella estaba despertando, se agachó para ayudar a incorporarla, y se quedaron así mirándose el uno al otro a medio incorporar...
-En serio me vas a dejar? -las primeras palabras de ella-
-Sí, no es que te vaya a dejar, tú me obligaste en todo este tiempo, solo que he seguido enganchado a ti, de forma insana, poniendo mis sentimientos y hasta mi propia salud en tus manos para que día a día los destrozaras, ya me cansé de permitirte eso, ahora es tiempo de respirar por mí mismo...
-Yo he hecho todo eso?
-Sí, no sé si consciente o inconscientemente, eso es algo que tú sabrás, yo solo sé que tu frialdad, y dejarme siempre en soledad ha podido conmigo, fue tanto el dolor al que me sometiste día tras día que sin darme cuenta un día ya no dolía...
-Te he hecho daño?
-Espero que eso no sea una pregunta seria, porque sí lo es, lo siento muchísimo por ti, porque ni siquiera te has dado cuenta lo que hacías, o peor aún para ti estaba bien hacer todo lo que me has hecho, no sé qué es peor la verdad...
-Sí, realmente para mi no te he dejado solo, ni te hecho daño, simplemente hacía lo que mejor me parecía, no te he engañado con nadie más, solo que me ocupaba de mi vida, eso es cierto, de eso si soy culpable, quizás no me di cuenta que tú también formabas parte de mi vida...
-Sí eso es lo que hacen las parejas, cosas de dos, pero es cierto tú solo necesitabas hacer cosas de dos cuando de economía se trataba, el resto...siempre ha sido tu santa voluntad. Tu deseo...Sabes qué es la pasión? es lo que una persona siente cuando está con la persona que ama...espero que lo hayas sentido con alguien más porque conmigo desde luego que no, para lo único que tú y yo estábamos en la cama era para dormir y eso con suerte...
-En realidad te hecho sentir así?
-Sí y de peores formas, he aguantado humillaciones públicas y privadas con el total convencimiento que tú lo hacías todo bien, y sabes lo peor? que yo lo he permitido porque estaba tan confundido que ya no sabía si realmente tenías razón...no hay nada más triste que sentirse culpable de nada, sí, mujer todo eso me has hecho sentir y más...
-Dímelo todo, en qué más he fallado amor?
-No-Ja, una sonrisa irónica en la boca de él-no me llames amor, tú no sabes que es eso, nunca lo has sabido, aunque es cierto que has presumido de amar mejor que nadie, y encima de enseñar a los demás a amar...pobre de ti mujer, nunca has sabido lo que es amar, al menos no conmigo, conmigo lo único que has hecho ha sido ocuparte de ti misma, tus necesidades y tus sentimientos, tus prioridades, todo, absolutamente todo, excepto yo, tan solo por unos días te preocupaste de mi, y eso fue por propia conveniencia, porque creíste algo que al final no se dio...eso acabó por abrirme los ojos, nadie puede amar siendo tan egoísta y fría como tú, aunque no te preocupes por mi, ahora sé respirar por mi mismo...
-No sé amar...supongo que tienes razón, aunque eso es muy relativo, yo sí te amé, quizás de una forma que tú no necesitabas, pero te amé, a mi manera...
-Ja...qué cómodo es eso para todo el que hace daño¡ para el egoísta que solo piensa en sí mismo, qué me amaste? cuándo? en qué momento? cuando pensabas en tu amigo del alma antes que en mi? cuando te quedabas los días solas mientras yo te esperaba? cuando cualquier excusa era buena para no verme? ahh o cuando te llamaba a gritos y ni siquiera me cogías el teléfono? o...también cuando algo para mi era importante y tú te reías de eso? o...cuándo encima te cabreabas porque pedía algo de ti? Sí, has debido amarme, mucho mujer, no sé ni cuánto en todos los momentos citados y en muchos más que ya ni siquiera me acuerdo, o mejor dicho no quiero acordarme, porque hay frases que me dijiste que las llevo clavadas en la memoria a fuego mujer, tanto que no dejaré que nadie más me las diga o haga conmigo algo parecido a lo que tú hiciste...
-Ya veo que no he hecho nada bien, si te pido una oportunidad me la darías?
-No, mujer, ya no, no puedo darte nada más, te di todo de mi y lo mataste, ilusión tras ilusión mataste todo lo que había en mi, volviste a conseguir lo que pensé sería imposible...has vuelto a dejar mi corazón frío...
-Lo siento, no pretendía hacer nada de eso, supongo que he sido como soy, tienes razón, no te he dado nada de lo que necesitabas porque estaba muy ocupada en mi misma, es cierto ha sido muy cómodo estar contigo no he arriesgado nada, y todo han sido beneficios, podría pedirte perdón pero sería el colmo del egoísmo, así que no lo haré, mejor me voy como hasta ahora, al menos que mi egoísmo y frialdad sirvan de algo, adiós amor...
-Adiós amor mío, y yo si puedo decir eso, sabes por qué mujer? porque yo sí te he amado desde el primer día que nos vimos, suerte mujer, espero que encuentres a alguien mejor que yo.
Una sonrisa extraña ilumina la cara de la mujer mientras se marcha, tras ella tan solo deja un halo de frío...
-Perséfone quién es esa? porque no creo que vayas a darle una oportunidad a semejante persona?
-No, tranquilo, vine para que él respirara en paz por una vez en su vida, él que me importaba es él, sabes por qué amigo?
-No..
-Porque él es quien resucitará a nuestra escribiente, igualmente heridos...él es nuestra oportunidad para hacer que el juez la deje en paz.
-Siempre haciendo trampas tejedora, jajajaja, no negaré qué me gusta tu estilo mujer ;).
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