"Las sensaciones se iban acumulando alrededor de su cuerpo, no sabía cómo había pasado, pero era evidente que las sensaciones que la acompañaban estaban ganando la batalla, sus piernas flojeaban, sus manos temblaban, su corazón iba alocado en movimiento continuo, no sabía cómo había pasado, pero una cosa era cierta, ella...ella se había enamorado...
¿cómo? por qué? él?...nunca pensó que aquel hombre de carácter hosco pudiera sacudir su alma de aquella forma, sin embargo lo estaba haciendo, él oculto siempre tras sus murallas, retirado del mundo, incapaz de decirle cosas amables, él siempre se alejaba, no le daba ni un ápice de juego, tan sólo con mirarla la turbaba al extremo de perderse en su propia alma...él que nunca le había dicho ni tan siquiera, quiero estar contigo, él, tan alejado de su propio carácter, ella fuego interno, él, frialdad eterna...sin embargo había hecho que todo fuera un remolino en su interior, nuevamente amaba, y no sabía cómo había pasado, ni ella misma se lo creía, pero la verdad es que había sucedido...tenía en mente una extraña idea, sí, sabía que no debería hacerlo, pero estaba allí dándole vueltas una y otra vez, lo que provocaba en ella aquella pícara sonrisa...él, la esperaba como cada día, con aquel rictus serio, pero la esperaba...no se daba cuenta que lo hacía, pero él la esperaba como agua de mayo, era imposible no hacerlo, era como una piedra en el zapato, loco amante de aquella muchacha que cazaba ranas...nunca le había dicho nada amable, a pesar que era su única compañía, y maldita la gracia le hacía que aquella mocosa hiciera que su corazón se moviera...al menos no se había dado cuenta (pensaba)...mientras ella iba ideando su plan perfecto (sonreía una y otra vez)...sabía que su aspecto no era el más adecuado para visitarlo, pero por una vez tenía ganas de hacerlo reír...hacía mucho que no sabía, si ese hombre era capaz de hacerlo...asi que se puso un pantalón ancho, una camisa aún más ancha, un sombrero lleno de agujeritos, una flor enorme encima, sus pelos ocultos debajo, todos enmarañados, grandes zapatones de payaso, y un cubo bajo el brazo, ahí guardaba su sorpresa...(jajajaj no podia evitar reir en su mente). Pues nada, allí que iba, a encontrarse con aquel hombre que le había robado el corazón a base de ponerle murallas -curiosa forma de enamorar a alguien- pero una vez estuviera a su lado todo se vendría abajo, al menos ella lo esperaba, necesitaba verlo reír, y hacerlo sentir amado, quizás entonces se diera cuenta que aquellas extrañas murallas no iban a derribarlo, que tan sólo ella podía protegerlo de él mismo, podría hacerlo en su corazón, tras su alma...A lo lejos él ve venir un espantajo (no puede ser ella porque si lo es esta vez se ha superado a sí misma), mientras casi instántaneamente una sonrisa asoma a su rostro...imperceptible, pero ahí está, no pensaba que eso pudiera pasar, pero lo ha hecho, ha pasado...ella, llega gritando -flores, vendo flores- se acerca y le pregunta: -¿Quiere usted flores caballero?
-mmm estás extraña hoy, debería decir que rídicula con ese atuendo, pero bueno, supongo que puedes sorprenderme, dime cúal flor llevas?
-del cubo salen miles de pétalos, y entre medio cómo no, saltamontes y ranas jajajajaj
-Ya decía yo que no podía venir nada bonito de ti mocosa malcríada, pero sin poder remediarlo la escena hace que ría...una ráfaga inoportuna de viento agita el sombrero de la muchacha, haciendo que su cabello roce la piel del hombre, ambos ríen, son felices, sus cuerpos se acercan casi al unísono...se apagan las risas, él la mira intensamente..
-mmm mocosa, has conseguido tu objetivo...
-bueno era fácil sé que te encantaria verme hacer el rídiculo...además no tenía nada mejor que hacer...tú mueves mi mundo
-mocosa aunque no debiera decirlo, tú también mueves el mío...
Se acerca a ella, la despeina aún más, y le susurra al oído dos palabras: te quiero...
Ella alza la vista, se encuentra con la mirada de él...no se esperaba semejante confesión, sin embargo allí está, hecha, sin más murallas que aquella cálida mirada...su sonrisa se ensancha, se pone de puntillas y lo besa cálidamente en los labios...
-mmm mocosa creo que debo enseñarte a besar...¿quieres aprender esta tarde?
-Por supuesto, no tengo nada mejor que hacer...todo lo que tú me enseñes será bienvenido...
Una carcajada resuena en el horizonte, aquel hombre huraño y tosco de pronto ha encontrado en su corazón un lugar donde encontrarse...
jajajajajaja.... oleeeeeee y oleeeeeeee... me ha encantadooo... por fin una historia alegre... y con final feliz jajajajaja... mmm esa payasaaaaa... a q me recuerda???? ufff nu seee... jajajajajaja. Me he de sacar el sombrero ante esta historia solo ella puede robarle una sonrisa... mejor dicho una carcajada!! jajajaja gracias mi vidaa, tkmmmm y te me cuidas por faa!!! ahh!! por cierto has vuelto ha sorprenderme... jejejejeje :P
ResponderEliminarDecirte que me ha encantado como no podria ser de otra forma... solo una preguntita esta historia se podria ver como un "reencuentro" y no me des la razon como a las locas eh :P muxus
ResponderEliminarreencuentro de quien ?¿??¿?
ResponderEliminaruyyyyyyyyyyyyyy q bonito!, jooo cómo echaba de menos estas historias de amor tan dulces y tiernas, tan... rositas ;) jajaja
ResponderEliminarCreo q para irme bien pa camita a mimir lo dejo aquí, no sé xq me temo q si sigo me encontraré con otros cuentos de sabor más amargo, y no tengo ganas de irme triste a dormir, x suerte, yo sí controlo el tiempo ahora ;), paro de leer y sigo mañana.
Besiñosssssssssssssssssssssssssssss!!!