"Se sucedían las imagénes una tras otra como si de una diapositiva interactiva se tratara, su cerebro iba creando las imagénes guardadas en su memoria, en sus recuerdos, ni el tiempo pasado, ni la forma en que volvía tras sus pasos, le podían decir de forma más clara que echaba de menos lo que tenía, que daría lo que fuera por volver a tener lo mismo, no importaba cuánto tardara en recuperarlo, pero lo haría, debía hacerlo, de lo contrario, iría muriendo poco a poco, sin saber qué había sido de aquella mujer que lo había acompañado en su camino, a la que había despedido sin apenas palabras con sentido, quizás fuera tarde para llamarla, pero no hacerlo significaba no hacer nada por recuperarla...así que allí, en aquella extraña noche, en aquel momento mismo, sin pensar, sin hacer más que mirar el teléfono, mirar su nombre, y marcar despacio para llegar a ella...sería capaz de hacerlo?. Su mente nuevamente se dispersaba, mientras unas manos temblorosas se aferraban a aquel teléfono qué tantas veces había intentado hacer sonar, y que esas mismas veces había acabado cerrando sin acabar de llamar...quizás hoy tuviera el valor de apretar el botón, dejar que sonaran las llamadas, y escuchar su voz al otro lado, otra cosa sería responder...no estaba preparado para tomar la iniciativa, para decirle que la necesitaba, pero es que el tiempo nunca fue clemente con él, y ya estaba gastado de tanto beber sin tener final, ella parecía diferente, si, parecía, pero y sino lo era?, su mente era un caos de necesidad, podía ir tras tus pasos, podía, pero siempre había algo que lo retenía, luchar por alguien no era su mejor faceta, nunca lo sería...sin embargo allí estaba, intentando hacer que el teléfono le devolviera alguna pista sobre su vida, sobre la forma de hacer bien las cosas, de recuperarla, de ir tras aquellos pasos, de marcarlos juntos, de decirle una sola vez que la necesitaba, que nunca había dejado de hacerlo, que hoy se había dado cuenta que tenía que ser él quién empezará a crear su vida, no dejarla ir, volver a sentirla, a ser normal en sus brazos, a perderse en su mirada, en sus labios, en su cuerpo, a hacer que los sueños fueran posibles, que no tuvieran final los cuentos, que la vida se hiciera consciente, que todo, absolutamente todo recobrará la vida, hasta ahora inerte, sin ella, sin su amor, sin su voz, sin sus gritos, sin sus formas, en definitiva sin ella, era el momento, o ahorao nunca, o la recuperaba o la perdía para siempre, quizás ella ya no estuviera esperándolo, quizás se había cansado de sus caprichos, quizás sería ella ahora quién le colgara el teléfono, no sabía nada, tan solo que él había sido el culpable de llegar a esa situación, y que o él la recuperaba o la perdía para siempre, o luchaba por ella, o simplemente se quedarían mil preguntas en el aire, jugando al quizás...sí, un juego cruel, que lo haría ir cayendo, que a lo largo del tiempo lo iría destrozando, lo iría rompiendo, lo iría vacíando, y entre todos los quizás que pudiera encontrar, el que iba a resonar con más fuerza, era : quizás si la hubiera buscado...si le hubiera dicho, si hubiera vuelto, si la hubiera besado, si hubiera vuelto la espalda y no hubiera dado ese último paso, si hubiera tenido la oportunidad de amarla de verdad, si se lo hubiera permitido...sí, todo eso lo atormentaría sino hacía nada, porque negar que la amaba, podía hacerlo frente a ella, mentirle descaradamente para no admitir sus miedos, sus faltas, pero a él mismo, ¿cómo le mentía a él mismo? le decía también, ¿qué eran perfectas sus madrugadas? qué ella no le hacía falta? qué sus días eran los mismos desde que ella no estaba?hacia eso también? mentía aún más?...Era el momento irremediablemente era la hora de decidir, de ser adulto, de comportárse como tal, o luchaba por ella o siempre quedarían las dudas de ese juego horrendo del quizás...también había estado esperando cada día que ella volviera a aparecer, que abriera su puerta, que lo llamara, que no lo dejara ir, que simplemente hubiera estado, aunque fuera enfadada, daba igual, que hubiera estado, eso también lo estaba asustando, había pasado el tiempo y ella no estaba, definitivamente no estaba, y debería haberlo hecho, debería haber estado, ¿cómo no hacer nada? debería hacerlo, tenía que hacerlo, era el momento, o ahora o nunca, debía ir sintiendo el momento...
Seguía mirando el teléfono en su mano, más esta vez sus manos están más firmes, su actitud ha ido cambiando, sabe que la necesita, que la echa de menos, que quiere tenerla en su vida, quizás es lo que más le ha costado reconocer en este tiempo, pero por dios qué le hacía falta!!...abre el menú, la agenda, mira su nombre, pulsa el botón, suenan las llamadas, su mente, su cuerpo tiembla, todo tenso ante la espera, ante la situación que afronta, al no saber qué dirá ella...de repente aquel click característico que te contestan...
-Sí?
Un largo silencio al otro lado, no sabía que volver a escucharla fuera a impactarlo tanto, el sonido de aquella voz ha inundado todo su cuerpo nuevamente, le devuelve la vida, haciéndolo temblar violentamente...
-Me dirás algo? lo harás?
Suenan nuevamente sus palabras, e inspira, le cuesta respirar, pensó que sería más fácil, que podría asumir la situación, pero...qué hace ahora? cómo consigue articular palabras?
-Dime por favor...habla...-ella también suena titubeante, con miedo, con ansiedad controlada-
-Ho...ho...la -aún balbuceando sale la primera palabra, al otro lado se escucha la respiración contenida, algún suspiro lleno de lágrimas-
-Ho..la, qué tal, cómo vas?
-No lo sé, esa es la verdad, no lo sé, no sé ir sin ti, no sé estar sin ti, no sabía si me responderías, si me querrías hablar, no sabía nada, de verdad que no sabía, pero tenía que intentar que me escucharás, lo harás?
-Sí, lo haré, te escucho, habla...
-No quiero perderte, no quiero vagabundear más, no quiero hacerlo, tú, me hiciste entender que era un hogar, una familia, me hiciste soñar, y yo lo estropee todo en un segundo de locura, tú me diste tu alma, tu corazón, tu cuerpo, y yo lo pisotee todo en un momento estúpido, sin sentido, sé que te he hecho daño, sé que igual no merezco tu perdón, pero ha eso he venido, sin más rodeos, ¿crees qué podrás perdonarme?...
-No se, me has dejado sin palabras, no sé cómo responder a eso, en realidad te esperaba, pero, ahora, no sé...
Él la interrumpe mientras balbucea ella nerviosamente aquellas palabras, no va a permitir que se vaya, ha venido a luchar y lo hará hasta el final, con todas sus armas...
-Vuelve conmigo...-susurra con aquella voz cargada de lágrimas-
Ella se calla, intenta asumir lo que escucha, intenta poner sus ideas en orden, hace tiempo que esperaba aquello, pero ha llegado a tiempo? es realmente ahora lo qué quiere?
El silencio se hace largo, eterno, denso, inhumanamente extraño, no sabe qué decir, ante aquel silencio de ella, apenas y se escucha su respiración entrecortada, intentando respirar, no sabe, no sabé qué dirá...mira el teléfono, cómo intentando irse, porque ella no contesta, no dice, tan sólo calla, respira y calla...parece que es tarde, que no dará más..
-Bueno tranquila, no pasa nada, tampoco iba a esperar que de repente el cielo bajara para mi, ya sé,perdona por todo lo que he hecho contigo, perdoname algún día, de verdad, y suerte en tu vida, disculpame ya no te volveré a molestar, cuidate, te quiero, nos vemos...
Despega el teléfono de su oreja, se queda mirando por unos segundos la pequeña pantalla, intentando aferrarse esos segundos, con su última esperanza, de escucharla, pero sabe que no lo hará...
-NO, no te vayas...espera...quédate a mi lado
Aún anonado escucha eso, lo escucha realmente, es ella, son sus palabras, quédate a mi lado, ha dicho quédate a mi lado...
-Estás segura mujer de eso?...
-Sí, estoy segura...
Después la conversación se hace más fluida, se relajan, vuelven el uno al lado del otro...parece que ambos encontraron el camino de vuelta a casa, juntos, luchar a veces es el único camino para forjar tu propio destino...
Precioso cuento la verdad no lo esperaba casi lloro pero hay algo que melo impide ...el la quiere que bonito sonaba cuando creia que era cierto y que doloroso es al no saber que es cuidate muxus
ResponderEliminarVayaaa!!!, por fin un cuento q aunque empieza siendo una agonía acaba bien!!!, yujuuuuuuuu! ya era hora chuliña! :)))
ResponderEliminarQue conste q mientras lo leía me temía el mismo final de las últimas veces, uff ya pensaba: sí, claro, y si mi abuela tuviese ruedas sería una bicicleta. Qué manía de pensar: "y si, y si, y si!", el pasado pasado es, y lo q no se hizo en su día no se puede dar marcha atrás a ese tu "tiempo" y hacerlo, jopé!, q a veces hay llamadas q llegan tarde y fuera de tiempo, así q te aguantas! (pensaba para mí mientras leía al tipiño éste jajaja).
Pero nada, ni caso eh!, q al final todo acaba guay y yo me estaba adelantando indebidamente, orrrrrrr xq seré tan impaciente? ;)
Un besiño!