" Ocultame del mundo...
Niegame ante la humanidad...
Sienteme en silencio...a escondidas...
Ponme cadenas...grilletes...
Encierrame tras las rejas de la muerte...
Cierra mis ojos eternamente...
Que se acabe todo...
Más no importa en el inframundo...
Todos conocen mi nombre...
Lo gritan en silencio...lo dicen a voces...
Cuando quieras saber de mi...
Tan sólo di...Muerte ven hasta mi...
Perséfone 7,2.
Abrazame fuerte, no me dejes caer, tengo miedo...shhhhh pequeña,
tranquila ya te tengo protegida en mis ramas...sí, hazlo un momento, hazlo todo
el tiempo...no me sueltes por favor...tengo miedo, abrazame...acurrucame junto
a ti, dejame sentir el calor...intenta soplar el aire que me falta...dale vida
a mis pulmones, pero ante todo por favor no me sueltes, no me dejes caer...la
noche es muy larga tengo miedo...no me sueltes, no me sueltes...shhhhhh,
no lo haré, tranquila, ahora descansa, duerme...No puedo dormir...la
noche es muy larga cuando se está mirando un techo...por eso he venido a ti,
porque no quiero quedarme esta noche nuevamente sola...y por qué no puedes
dormir?...porque se han acabado los sueños...eso es imposible mi niña, los
sueños no pueden acabarse...siempre hay alguno rondando por tu vida, por
tu mente, por tu subconsciente...No, yo no tengo ya sueños...de verdad, no
puedo dormir, no puedo hacerlo...no tengo imagénes y la oscuridad total se abraza
a mi, atenazando mi alma...la rompe y ya no puedo más...me dejarás
quedarme contigo?...por favor árbol del amor dejáme quedarme contigo...tan sólo
tú me puedes guardar por momentos, incluso de mí misma...no me sueltes, por
favor, sigue abrazandome...tengo miedo...Sí, lo sé, estás temblando...tranquila
no voy a soltarte...quieres que te cuente un cuento?...Me servirá de
algo?...quizás consigas dormir, igual y lo haces...no me gusta sentir como
tiemblas...te estás agotando sin motivos...escuchame voy a encerrarte un
momento conmigo, en la tierra...a mi lado...no tengas miedo, estará un poco
oscuro pero te traere una estrella en pleno día para que te de la luz, de
acuerdo?...bueno...pero no me sueltes, tengo miedo...no, lo haré, no te
soltaré, acércate un momento...así me gusta, no llores, no tiembles, shhhh
pequeña todo estará bien, vamos a comenzar a soñar...escuchame tan sólo un
momento...no tiembles más... cierra los ojos pequeña, no pasa nada todo estará
bien..." En la antigua roma había una particular pareja de amantes...tan
particular que apenas se conocían...que apenas se comunicaban, que apenas se
hablaban...tan particular que ante el mundo no eran nada...y en las noches se
encontraban...uno para hablar de todas las inquietudes mundanas...otro para
amar un cuerpo, nada más...Y así fue agotándose el amor de los dos, porque no
se sentaron a hablar, no se preocupaban de saber que necesitaba el uno del
otro...no identificaban el egoísmo de ambos...y ninguno cedio un ápice...se
agotaron...lástima de tanto amor derramado...por no decir yo te doy
espacio...por no decir yo necesito tenerte...por no decir dame un beso...por no
decir dame un abrazo...por no decir yo no quiero eso...yo necesito aire...(los
temblores del habitante del árbol han hecho que la historia quede inconclusa)
pequeña, qué te pasa? por qué tiemblas de esa forma?me estás preocupando, anda
contestame estoy dejando de sentirte...apenas siento el peso de tu cuerpo...qué
ocurre?, dime habla...no necesitas dormir, no te contaré nada más, ni tan
siquiera que las heridas de mi tronco son amores rotos...ni tan siquiera que
mis ramas rotas son la distancia de los corazones que no saben amar de
verdad...tampoco te diré que aquellas verdes son los amores nacientes...y que
mis frutos son las semillas del amor que perdurará en el tiempo...dime pequeña
tú que amor eres?...por qué tiemblas?...Yo...yo no soy nada...no te preocupes
de saber de mi, no merece la pena...soy nada, alguien que tiene miedo a la
madrugada...que tiene miedo a amar...alguien tan pobre que no sabe dar...yo soy
la nada, no lo ves?...ay, pequeña, tan sólo veo un corazón de los que ya no
existen, de esos que lo entregan todo en el amor y se quedan vacíos porque no
lo saben apreciar...tienes miedo de amar pequeña mía?...por qué?...porque soy
cobarde, porque no sé hacerlo...porque...no importa, tan sólo abrazáme, mira me
está dando sueño...(lluvia de hojas se desprenden de aquel árbol, ha empezado a
llorar sin que su pequeña habitante se de cuenta que lo hace)Duerme pequeña, no
tengas miedo, esta noche soñarás...Sí, lo sé...y los temblores están
cesando, el árbol la abraza tan fuertemente que al fin ella siente dolor en su
cuerpo, una sensación conocida, su cuerpo le duele...sonrie plácidamente...ya
no tiembla...sus ojos pesados, se cierran...la oscuridad llega...es total y
absoluta, pero ya no tiene miedo...a lo lejos divisa un árbol joven, está
naciendo...dentro de su corazón hay un árbol como aquel viejo que la
abraza...su corazón sabe amar...por qué no lo vio antes?...ya es tarde...a lo
lejos un ángel le trae alas...para que comience a volar...no las quiere...ella
sabe que su lugar está en el suelo, no en el cielo...tan sólo dame agua para
regar el árbol que no he sabido ver...Y el ángel ha transformado a la pequeña
que guardaba el árbol del amor en agua...ahora es un río...el árbol
del amor ha sido alcanzado por un rayo...dejando honda cicatriz en su
tronco...tan honda que ni tan siquiera el agua del río podrá calmarla, puesto
que es la causante de que este árbol recuerde cuánto miedo se puede tener a
perder...cuánto miedo a amar...y cuánto miedo a hablar...el silencio la
mata...la negación la consume...la muerte la reclama, y ahora es su propia
agua...
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