domingo, 20 de noviembre de 2011

EL ÁRBOL DEL MIEDO...



 " Ocultame del mundo...
   Niegame ante la humanidad...
   Sienteme en silencio...a escondidas...
   Ponme cadenas...grilletes...
   Encierrame tras las rejas de la muerte...
   Cierra mis ojos eternamente...
   Que se acabe todo...
   Más no importa en el inframundo...
   Todos conocen mi nombre...
   Lo gritan en silencio...lo dicen a voces...
  Cuando quieras saber de mi...
  Tan sólo di...Muerte ven hasta mi... 

                                Perséfone 7,2.


Abrazame fuerte, no me dejes caer, tengo miedo...shhhhh pequeña, tranquila ya te tengo protegida en mis ramas...sí, hazlo un momento, hazlo todo el tiempo...no me sueltes por favor...tengo miedo, abrazame...acurrucame junto a ti, dejame sentir el calor...intenta soplar el aire que me falta...dale vida a mis pulmones, pero ante todo por favor no me sueltes, no me dejes caer...la noche es muy larga tengo miedo...no me sueltes, no me sueltes...shhhhhh, no  lo haré, tranquila, ahora descansa, duerme...No puedo dormir...la noche es muy larga cuando se está mirando un techo...por eso he venido a ti, porque no quiero quedarme esta noche nuevamente sola...y por qué no puedes dormir?...porque se han acabado los sueños...eso es imposible mi niña, los sueños no pueden acabarse...siempre hay alguno  rondando por tu vida, por tu mente, por tu subconsciente...No, yo no tengo ya sueños...de verdad, no puedo dormir, no puedo hacerlo...no tengo imagénes y la oscuridad total se abraza a  mi, atenazando mi alma...la rompe y ya no puedo más...me dejarás quedarme contigo?...por favor árbol del amor dejáme quedarme contigo...tan sólo tú me puedes guardar por momentos, incluso de mí misma...no me sueltes, por favor, sigue abrazandome...tengo miedo...Sí, lo sé, estás temblando...tranquila no voy a soltarte...quieres que te cuente un cuento?...Me servirá de algo?...quizás consigas dormir, igual y lo haces...no me gusta sentir como tiemblas...te estás agotando sin motivos...escuchame voy a encerrarte un momento conmigo, en la tierra...a mi lado...no tengas miedo, estará un poco oscuro pero te traere una estrella en pleno día para que te de la luz, de acuerdo?...bueno...pero no me sueltes, tengo miedo...no, lo haré, no te soltaré, acércate un momento...así me gusta, no llores, no tiembles, shhhh pequeña todo estará bien, vamos a comenzar a soñar...escuchame tan sólo un momento...no tiembles más... cierra los ojos pequeña, no pasa nada todo estará bien..." En la antigua roma había una particular pareja de amantes...tan particular que apenas se conocían...que apenas se comunicaban, que apenas se hablaban...tan particular que ante el mundo no eran nada...y en las noches se encontraban...uno para hablar de todas las inquietudes mundanas...otro para amar un cuerpo, nada más...Y así fue agotándose el amor de los dos, porque no se sentaron a hablar, no se preocupaban de saber que necesitaba el uno del otro...no identificaban el egoísmo de ambos...y ninguno cedio un ápice...se agotaron...lástima de tanto amor derramado...por no decir yo te doy espacio...por no decir yo necesito tenerte...por no decir dame un beso...por no decir dame un abrazo...por no decir yo no quiero eso...yo necesito aire...(los temblores del habitante del árbol han hecho que la historia quede inconclusa) pequeña, qué te pasa? por qué tiemblas de esa forma?me estás preocupando, anda contestame estoy dejando de sentirte...apenas siento el peso de tu cuerpo...qué ocurre?, dime habla...no necesitas dormir, no te contaré nada más, ni tan siquiera que las heridas de mi tronco son amores rotos...ni tan siquiera que mis ramas rotas son la distancia de los corazones que no saben amar de verdad...tampoco te diré que aquellas verdes son los amores nacientes...y que mis frutos son las semillas del amor que perdurará en el tiempo...dime pequeña tú que amor eres?...por qué tiemblas?...Yo...yo no soy nada...no te preocupes de saber de mi, no merece la pena...soy nada, alguien que tiene miedo a la madrugada...que tiene miedo a amar...alguien tan pobre que no sabe dar...yo soy la nada, no lo ves?...ay, pequeña, tan sólo veo un corazón de los que ya no existen, de esos que lo entregan todo en el amor y se quedan vacíos porque no lo saben apreciar...tienes miedo de amar pequeña mía?...por qué?...porque soy cobarde, porque no sé hacerlo...porque...no importa, tan sólo abrazáme, mira me está dando sueño...(lluvia de hojas se desprenden de aquel árbol, ha empezado a llorar sin que su pequeña habitante se de cuenta que lo hace)Duerme pequeña, no tengas miedo, esta  noche soñarás...Sí, lo sé...y los temblores están cesando, el árbol la abraza tan fuertemente que al fin ella siente dolor en su cuerpo, una sensación conocida, su cuerpo le duele...sonrie plácidamente...ya no tiembla...sus ojos pesados, se cierran...la oscuridad llega...es total y absoluta, pero ya no tiene miedo...a lo lejos divisa un árbol joven, está naciendo...dentro de su corazón hay un árbol como aquel viejo que la abraza...su corazón sabe amar...por qué no lo vio antes?...ya es tarde...a lo lejos un ángel le trae alas...para que comience a volar...no las quiere...ella sabe que su lugar está en el suelo, no en el cielo...tan sólo dame agua para regar el árbol que no he sabido ver...Y el ángel ha transformado a la pequeña que guardaba el árbol del amor en agua...ahora es un río...el árbol del amor ha sido alcanzado por un rayo...dejando honda cicatriz en su tronco...tan honda que ni tan siquiera el agua del río podrá calmarla, puesto que es la causante de que este árbol recuerde cuánto miedo se puede tener a perder...cuánto miedo a amar...y cuánto miedo a hablar...el silencio la mata...la negación la consume...la muerte la reclama, y ahora es su propia agua...

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