sábado, 5 de septiembre de 2015

DEMASIADO TIEMPO....



"Las arenas del tiempo
desdibujan tu imagen,
las mentiras del destino
deshacen los sueños,
el sonido del amor
miente una vez más....
Perséfone por qué has vuelto???...."

                            Perséfone 15,1.

"Aquellas arañas eran diferentes a todas las que había visto desde que nací, diferentes en muchos sentidos, tejían sí, pero...hilaban con agujas que provenían de sus patas, y sus ojos eran unos extraños relojes de arena, tejían en un lugar extraño, un sitio donde solamente olía a lirios...
Despertaba desde hacía demasiado tiempo con aquel mismo sueño, no sabía porqué pero aquellas imágenes la acompañaban desde hacía demasiado tiempo, era lo único que tenía en la memoria, porque en realidad no conocía al hombre que dormía con ella, bueno sentía que estaba a salvo, que nada le pasaría con él a su lado, pero no lo recordaba, su memoria había sido devastada, ni siquiera sabía porqué o por quién, nadie sabía explicarle con certeza que accidente había ocasionado aquella terrible perdida de memoria, total y absoluta, simplemente era ese sueño el que se colaba en sus sueños cada noche, y al despertar sabía que era algo suyo, pero cómo podían aquellas extrañas arañas algo tan suyo? y esos ojos? porqué se agitaba cada vez que sonaba un reloj, cuando daba la hora, se volvía siempre buscando algo, a alguien...y su esposo, el hombre que vivía con ella, era alguien excesivamente paciente, tenía tanta libertad que la asfixiaba con eso.
Había empezado a llover, era algo que la llamaba poderosamente, aquella lluvia la estaba incitando a salir a la calle, y se dejó llevar por ese extraño sentimiento, por aquel autómata movimiento. Lo último que vio al salir fue una sonrisa extraña en la cara de su marido y sus palabras: Suerte señora mía.
Suerte? realmente su marido era extraño aunque notaba, sentía que la amaba más que a él mismo, sin límites, sin nada que la dañara, todo este tiempo había estado a su lado sin un reproche, tan solo a su lado.
Casi sin darse cuenta, sumida en sus pensamientos, no sabía cómo había llegado a aquel lugar, era exactamente como el de las arañas...todo estaba rodeado de lirios, vivos, brillantes, vibrantes, dando vida al paisaje, su olor se transportaba en el aire, el paisaje era impresionante, sin embargo algo en su corazón empezaba a sentirse incómodo, nerviosa, una desazón desconocida...un dolor agudo que empezaba justo en las entrañas....su vista fija en un único lirio, extraño, no creía que hubiera lirio de ese color, qué raro! un lirio negro...y sin embargo su vista no la engañaba en el centro de aquel inmenso campo había un lirio negro que destilaba un dolor insoportable...
Era imposible que doliera, pero...
Su corazón estaba demasiado agitado como para seguir allí mirando aquel sitio, decidió huir, media vuelta, paso rápido, y la lluvia intensifica su ritmo al igual que ella sus pasos, huyendo de aquel lugar...
-Mujer desde cuándo huyes?
Se para en seco, quién le habla? por qué aquella pregunta? desde cuando huye? acaso la conoce? sabe quién es?
Levanta la vista y se topa con algo aún más increíble...aquellos ojos...como en el sueño de las arañas...eran relojes de arena, pálidos, en constante funcionamiento, la arena caía despacio...
Da un paso atrás, intenta respirar, no puede ser verdad, nadie puede tener unos ojos así, solo en los sueños, en los cuentos, pero no en la vida real...
-Tú no existes, es mi imaginación...
La sonrisa de él es bastante real, así que no puede ser imaginación suya...
-Si existo, mujer para ti, siempre he existido y existiré, acaso no me recuerdas tramposa?
-Tramposa? por qué me llamas así? a caso me conoces?
-ummm
No miente, la desesperación en sus ojos le indican que no está jugando, ni tramando nada, sencillamente es real, el cielo la castigo con olvidar...en su cuello no se ve ninguna lágrima...y él tiene negado hacerla recordar.
-Sí, si te conozco, desde los albores del tiempo mujer, hasta hace poco eras mi compañera.
-Tu compañera...-su cabeza vuelve a doler de una forma irracional, esos ojos, esas palabras...tramposa, esa palabra resuena una y otra vez en sus oídos...era realmente ella?
Chronos tiene la vista fija en ella, sus ojos se están apagando, quedando fijo en la nada, apenas queda nada para que su mente vuelva a apagarse, sin recordar nada...absolutamente nada, él, tan poderoso Dios atado de pies y manos contra la resolución celestial...-aprieta sus puños, su mandíbula hasta el punto de querer romperla-
Algo hace que su tramposa desvíe la vista, deje de tenerla fija, él también la desvía hacia el mismo lugar...
Un hermoso lirio se está transformando en humano delante de sus ojos, sus raíces van convirtiéndose en pies, sus pétalos en brazos, tronco, cabeza, y una hermosa cabellera negra hasta el suelo cubre un ser humano perfecto...sus ojos al abrirlos deslumbran, al igual que la luna son luz de plata.
-Tú....
Acto después la tejedora cae al suelo, inconsciente, tanto Chronos como el lirio corren en su ayuda...
Ambos se sonríen...
-Sí, creo que has conseguido asustarla...jajajajaja- hilarante la risa del dios del tiempo- aunque bien valió que antes te conociera.
Una radiante sonrisa alumbra la faz de tan misterioso hombre...cuándo volvió la tejedora? Del suelo emergen aguja e hilo de platas...un trueno ruge en el suelo y la risa del dios del tiempo retumba en la tierra...





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