"Solo sé que hoy las palabras volaron desde tus labios a mis oídos, que por primera vez escuchó como tu boca expresaba algún tipo de sentimiento, pensé que eso sería imposible, que nunca en la vida me dirías a mi que me amabas, sin embargo...
Aún no me creo ese te amo, es la verdad, la única verdad por lo cual me he marchado, quizás debería haberme quedado, haberte dicho que no te creía, de pie, frente a ti, pero no me vi capaz de ese momento, y no me vi capaz, porque no te he creído...
He deseado durante demasiado tiempo esas palabras, y más que esas palabras, un detalle que las acompañara, que atestiguaran que era verdad lo que decías, sin embargo, al escucharlas solo sentí frío, soledad, vacío, en definitiva: mentira...
A pesar de todo creo que mereces una explicación por mi parte, quizás no es el momento de dártela, porque todo ha estado acabado, sentenciado, desde antes que me dijeras: amor...
Aunque será mejor que hable contigo, y no te deje esta nota sinsentido, al igual tú has hecho tantas veces conmigo...
Arruga el papel, se levanta y se dirige a buscarla con pasos decididos, ligero de equipaje por una vez, como si tuviera alas....
Llama a la puerta, y le abre ella con una gran sonrisa, sin embargo a él también le sabe a falsa. La mira como si fuera la primera vez en su vida, y se da cuenta de repente de que tiene imperfecciones como todo ser humano normal, que no es diferente, tiene una pequeña arruga, algunas manchitas difuminadas por la nariz, la frente demasiado ancha...vaya! hasta hacía apenas un día ella era perfecta, una diosa...por qué aquellas hermosas palabras la hacían parecer falsa?
Su mente seguía bullendo a gran velocidad mientras la miraba, casi sin darse cuenta suspira y le dice:
-Hola, puedo pasar?
Ella arruga el ceño, le extraña su tono de voz, la forma en que la miraba...qué estará pasando?
-Claro, cómo no?
Se hace a un lado para dejarlo pasar, ya que cualquier intento de acercamiento parecía imposible, él no le estaba dejando lugar a un beso siquiera.
-Pasa algo? -pregunta ella-.
-No lo sé, esa es la verdad, si te confieso la verdad pensaba irme sin hablarte, sin despedirme, sin decirte nada de viva voz, iba a dejarte una nota bajo la puerta intentando descifrar que pasa por mi mente, pero me di cuenta que no estaría bien hacer eso, así que he venido a decírtelo en persona, me voy, no puedo seguir contigo, nada de lo que dices resulta creíble.
Desconcertada ante sus palabras es incapaz de articular palabras, simplemente lo mira atónita, con los ojos desorbitadamente abiertos, sin saber donde mira, o a quién.
-Sé que esto que te digo es irracional, o puede parecerlo, pero es lo que siento, he pasado mucho tiempo esperando de tu parte esas palabras, tanto que ya ni lo recuerdo, quizás ha sido conseguirlo y darme cuenta que seguía aquí por eso, esperando algo...aunque las palabras me quedaron vacías, no sabían a ese amor que dices sentir, tan solo sabían a mentira, a...no sé definirlo, pero mujer en una década que llevamos juntos he esperado alguna reacción por tu parte, alguna de verdad, y cuando has dicho las palabras, se han evaporado como la niebla al sol.
Su mirada sigue fija en los labios de él, que por primera no deja de hablar, para decirle de muchas formas diferentes que ella ha sido fría, que ha apagado sus sentimientos por falta de reciprocidad en la forma que él necesitaba, no podía culparlo, era verdad.
-No sé porqué he esperado tanto, quizás porque no quería admitir que había fracasado, que no era suficiente estar a tu lado cada día, en cada momento para que me amaras, que tenía que dar más y más, pero no sabía que más darte, porque hiciera lo que hiciera nunca era bastante. Y hoy, después de decirme las palabras me he liberado, al fin he comprendido que todo este tiempo ha sido para mi, y solo para mi un amor irracional, en el que tú no has apostado nada, simplemente has vivido como has querido mientras yo he vivido solo para ti, culpa mía, es cierto, debí darme cuenta que no me amaste nunca.
No le faltaba razón, ella había dejado que pasara el tiempo porque era cómodo estar con él, le ofrecía todo sin pedir nada a cambio, en cambio ella apenas le ofrecía nada, más que algo de sexo muy de vez en cuando...era cierto, habían perdido ambos una década sin saber con quién estaban.
-Tienes razón, he sido una egoísta malcriada, he vivido de ti cual parásito, simplemente por mi comodidad, mencionar aquellas palabras ayer fue...no sé cómo explicar, salieron así, supongo que en agradecimiento por todo, no lo sé, yo tampoco lo sé. Entendería que me odiaras por todo este tiempo perdido, pedir perdón no llegaría a nada, así que lo único que puedo desearte es buena suerte, y que si alguna vez necesitas algo de mi, ten por descontado que lo tendrás, porque nadie ha sido mejor que tú conmigo.
-Vaya! no esperaba este alarde de sinceridad por tu parte, en el último momento, pero lo agradezco. Sí, he perdido diez años de mi vida, pero tú también, y llegados a este punto ninguno de los dos sabe quién es el otro, deberemos empezar de cero a vivir, y creo que nos costará porque ninguno hemos sabido aprovechar el tiempo. Gracias por el ofrecimiento de tu amistad, quizás algún día será, por ahora, inicio mi vida lejos de todo, lejos de ti, y lejos de los recuerdos que me hicieron ser idiota por diez años de mi vida. Suerte para ti también.
La mira, la abraza tiernamente, y se va, más ligero aún de lo que entro, al fin ha alcanzado la paz, tan solo necesitará otros diez años más para volver a empezar...
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