sábado, 11 de febrero de 2017

MI BODA....


"-Deberías estar alegre, te casas en unas horas, sin embargo, estás apagada cual vela a punto de extinguirse...
-Sí, has hecho la metáfora perfecta a mi estado de ánimo, y si sé que debería estar feliz pero...
-Puedes contarme lo que te pasa, sabes que yo no diré nada, soy una tumba, siempre lo he sido, no voy a cambiar precisamente ahora.
Ella lo mira, como la primera vez que se encontraron, sus ojos totalmente concentrados en los de él, en aquel hombre serio, tranquilo, apacible, aquel hombre que había sido su más mejor amigo desde el día que se conocieron, aún en este último instante lo estaba siendo, el mejor de los amigos, no podría encontrar nadie mejor que él, sin embargo, esta vez no podía contarle lo que le ocurriría, no sería justo para nadie, ni para él, ni para ella, ni para los cientos de invitados al enlace, para nadie...
-De acuerdo iré a ponerme mi traje de pingüino y esperarte al final de la iglesia para cuando entres más hermosa que nunca cuellilargo.
Aquel adjetivo la hace sonreír, él siempre la llama cosas así, su futuro marido nunca toma a mal, cualquier cosa que venga de él, porque sabe que tan solo son amigos....
-No deberías seguir ahí clavada como si fuera a esfumarme, no lo haré, te lo prometo, nunca falto a mi palabra, y sé que hoy te hago falta, aunque no debería ser así, hoy no.
Ella lo escucha, como siempre, esa voz que se cuela en su mente, que va abriéndose paso en su corazón, desgarrándolo sin que él sepa que lo hace, él jamás le fallaría, él no.
-Lo dicho voy a vestirme, dejo la puerta abierta, si necesitas algo solo grítame, y vendré cual superhéroe a rescatarte.
Sí, aunque no lo creyera él había sido su salvador desde que lo conoció, siempre la había salvado de ella misma, cómo decirle ahora que no quería casarse con aquel hombre? que estaba enamorada de él, de él.
-Quieres que te salve ahora?
Sus ojos clavados empiezan a derramar lágrimas silenciosas, una súplica más que evidente para él.
-Creo que es mejor que hablemos antes que sea demasiado tarde, no creo que estés llorando de esta forma si algo realmente importante no te pasara, y sea lo que sea ahora se puede arreglar, después de casarte no, entiendes eso, verdad?
-Sí, lo sé, pero...
-No quieres hacerle daño, pero mujer, no puedes casarte con alguien por pena, o por no dañarlo, esa unión estaría abocada al fracaso, debes entender eso ahora. Sino lo amas, díselo, no cometas el error de unirte a alguien que no amas, no podrás darle lo que necesita, no lo veas desde el punto de vista de la pena, míralo desde el único punto que se puede ver, sino lo amas, cómo vas a hacerlo feliz?, por el mero hecho de casarte con él? crees que eso es suficiente para alguien que ama? tú tendrías suficiente?. Piénsalo bien antes de salir, te lo digo en serio, no hagas un daño irreparable, cuando ahora solo será un daño pasajero.
Ella sabe que él tiene razón, lo sabe, pero...es cobarde, también lo sabe, ha tenido mucho tiempo para romper aquello, sin tener que llegar al extremo del día de la boda, ya no hay vuelta atrás...
Suena la famosa sinfonía de Beethoven de toda boda que se precie, ella más guapa que nunca a paso lento va atravesando la iglesia, los ojos fijos en su padrino, no en el novio, con un grito de terror.
El cura empieza la ceremonia, la iglesia queda en silencio, todo es felicidad...
El cura oficia la pregunta de rigor: Si hay alguien que tenga un motivo que impida esta boda que hable ahora o calle para siempre.
El silencio absoluto reina en la iglesia, la respiración contenida de los asistentes, ella mirando a la nada...
-YO
La voz de su amigo resuena firme entre los murmullos que se crean rápidamente.
-Hable joven-le espeta el cura- cuáles son esos motivos?
-Tengo que salvarla padre, ese es el único motivo que tengo, no hay más, o mejor dicho no puedo explicarlo aquí, hay demasiada gente, solo he de decirle al novio que es lo mejor para todos...
Ambos hombres se miran, y la miran, su casi marido se quita el anillo, la bese en la frente y la deja allí en medio de la iglesia, entre los murmullos, las habladurías, y su amigo...
Atónita, inmóvil, mira a su más mejor amigo, y no sabe que hacer, por eso él la coge de la mano, la saca de la iglesia, la lleva a su casa, la deja dormir y se marcha.
Aquello fue su boda...
Lo recordaba 5 años después de aquel día, hoy se casaba de verdad su casi marido, su amigo no había vuelto a verla, ella sabía que no había cumplido su relación, no debió esperar a que él la salvara, pero es cobarde, siempre lo ha sido.
La alegría, el bullicio de los novios, de la ceremonia aturde sus sentidos, asoma a sus labios una sonrisa feliz contagiosa, pero es hora de irse, ya cumplió con su deber, al menos fue capaz de no fallarle esta última vez.
-Deberías estar más alegre, al fin y al cabo, hoy no eres tú quien se casa, no?
Se vuelve y ve a su más mejor amigo allí, de pie, tan imponente como siempre, lo mire como lo mire, hombres así deberían estar prohibidos, hacía que ella se convirtiera en una terminación nerviosa total.
-Cierto, no soy yo quien me caso, creo que no lo haré nunca, así no tendrás que salvarme más.
-Esa es una decisión inteligente, no me gustaría tener que ir de iglesia en iglesia, dejando atrás un rastro de novios llorosos...
-Sí, es una imagen un poco patética mirándolo bien.
-Ummm, supongo que sí, pero nunca es patético amar, te lo dije siempre mujer.
-Lo sé.
-Qué haces aquí? cuándo has llegado? qué tal te va la vida?
-Me invitaron a la boda aunque no te lo creas, llegué hace un par de horas más o menos, y la vida siempre me va, porque no lucho contra ella, simplemente dejo que pase por donde estoy yo.
-Al menos tu filosofía de vida sigue igual, yo...quería darte las gracias por lo que hiciste aquel día, y pedirte perdón por haberte obligado a hacerlo tú. Comprendo que estés decepcionado, enfadado, y que te hayas alejado de mi, pero te he echado muchísimo de menos.
-Bueno, al menos he recuperado a mi más mejor amiga, has dicho palabras con sentido, sin cobardía, creo que esto es el inicio de una bonita amistad, siempre que estés de acuerdo en comenzarla.
-Claro!
-Jajajjaja qué mujer más efusiva! he envidiado eso de ti desde que te conocí, es más fácil hacer que una piedra sonría y emita señales de vida que de ti.
-Supongo....yo...no sé como explicarme, cuánto más nerviosa estoy o más me importa una cosa menos puedo expresarme, lo siento.
-Lo sé, no lo sientas mujer, qué te parece si cenamos algo fuera de este bodorrio? y no necesitas decirme que me amas sino quieres eh, no es obligatorio , lo supe el día de tu boda, cuando me mirabas con aquella expresión de horror al encaminarte al altar.
Se queda muda, parada, no es algo que esperara, aquella revelación, de aquella forma, tan suya, pero tan...
-Lo sabías?
-Sí, y aún así te invito a cenar hoy
-Vale
-Jajajajaj así me gusta, la mujer más expresiva del mundo. Dónde comemos?
-No sé...Te amo, y siento ...
-Ay, mujer! Pff...dejémoslo así, estoy soltero, y enamorado de una piedra desde hace años, de la mujer más inexpresiva del mundo.
-Ah
-Jajajajajaj a comer, qué tengo hambre!!
-Sí, yo también.
Él le coge de la mano, y la va empujando poco a poco hacia fuera de aquel sitio, no sabe que sacará de aquella piedra pero....a veces el masoquismo funciona, no? jajajajaja.

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