martes, 14 de febrero de 2017

PARECÍA IGUAL....


El paisaje se formaba a su alrededor, tranquilo a pesar de los años pasados parecía fijamente el mismo de la primera vez que fue allí. Las estrellas eran las mismas, el mismo cielo, el mismo suelo, realmente todo a su alrededor "era igual".
Su misma forma de sentarse y apoyar la cabeza contra la pared mientras miraba las estrellas, mientras esperaba que la puerta se abriera y ....
Mirar igual que entonces con los ojos perdidos, ansiosos buscando lo que tanto añoraba aún estando con él, en el mismo lugar de siempre. Todos los pensamientos se arremolinaban en aquel lugar que se había negado a pisar desde hacía más de dos décadas, más hoy por casualidad había ido a parar allí, a la hora bruja, cuando todo estaba en silencio, cuando las estrellas salían a acompañarla en sus recuerdos, cuando el olor impregnaba el ambiente, cuando aquella puerta se abre y él también aparece, en el mismo lugar, a la misma hora, en la misma forma de mirarse...Igual que la primera vez.
Silencio los rodea, no se escucha ni la respiración, ambos se miran, buscan los cambios en sus cuerpos tras los años pasados, pero...ni siquiera son conscientes de si hubo cambios. Es lo que tiene seguir amando igual que el primer día, con locura, como debe amarse a alguien, eso es lo que él siempre decía, que se debía amar así, porque sino no sería amor.
Así que lo de él nunca fue amor, si hemos de atenernos a esa definición. Hay muchos cambios en el aspecto físico de ambos, también en el gestual, sus sonrisas no eran como las de antes, en realidad están paradas en la comisura de sus labios sin atreverse a sonreír, ni siquiera a moverse, porque todo podría esfumarse en un segundo, todo debía ser un sueño, una de esas casualidades que no existen pero no la verdad, era fruto de la imaginación de alguno de los dos, o de algún escritor loco que quería rememorar el reencuentro de dos amantes.
Las nubes se desplazan formando dibujos sobre el suelo, entre la luz de la luna, como aquella noche...el ruido rítmico de los ejercicios contra la pared, el viento silencioso acariciando las piernas desnudas...se agita la respiración, se vuelven a mirar a los ojos, y comprueban que aunque todos los elementos son iguales que aquella noche, ellos ya no son los mismos, porque sus ojos están cansados, sufren, padecen, no es como entonces que estaban anhelantes por acercarse el uno al otro, por acariciarse, la tensión sexual patente en el aire, ahora el aire solo lo inunda un profundo dolor, una decepción constante, el saber contundentemente que no han sido el uno del otro, que no han podido amarse, ya no vale ni siquiera reprocharle el por qué.
Solo queda algo pendiente, una única cuestión, porque ya no sabe quién es él, eso también ha cambiado, antes tan solo tenía que mirarlo para leer hasta el más mínimo de sus pensamientos, hoy no sería capaz ni de pedir un refresco en su nombre.
-Creo que deberíamos hablarnos, parecemos fantasmas aquí parados mirándonos el uno al otro como algo imaginario-ella rompe el hechizo-
-Sí, eso creí que eras, un fantasma, uno traído por mi mala conciencia, o...
-Sí, puedes hablar con claridad, no te conozco, no sé que piensas o sientes, ya no, hubo una vez que creí conocerte, apostaba hasta mi vida porque yo siempre sabía que querías o sentías, pero fíjate la perdí, así que no osaré ser tan estúpidamente creída otra vez, explica que haces aquí y porqué tu mala conciencia, yo pensé durante todos estos años que simplemente no me habías amado, de eso no tienes porque tener mala conciencia hombre...
-No te he amado...Ojalá nunca te hubiera amado como dices tú! Ojalá!
-Es lo que me demostraste, lo que me demuestras, no sé porqué deseas no haberme amado, nunca lo hiciste te lo puedo garantizar, nada de tus actos reflejaba un atisbo de amor por mi, ni tu frialdad, ni tu dejadez, ni la forma de tratarme, ni como me echaste de tu lado, ni el no ir a buscarme, ni siquiera me dijiste una vez: te quiero. Así que nada en ti decía que me amaras, siempre fui yo empecinada en creer que te conocía, que ocultabas tus sentimientos, yo la que se empeñaba en creer que cuando me besabas, me acariciabas, era porque me querías, que cuando me mirabas infinitamente en la distancia era que me extrañabas...Ja, pobre ilusa,  normal que arrasaras con mi vida, me enamoré de una mentira, y lo hice tan ciegamente que cuando me dejaste ver era tarde para mi.
-Lo sé, sé que eres la persona a la que más daño he hecho, no puedo negar nada de lo que me digas, nada de lo que me reproches, he sido contigo un mentiroso, un bueno para nada, sé que por mi culpa no crees en el ser humano, ni mucho menos en el amor, lo sé, sé que te golpeaste, lloraste, gritaste, y enmudeciste al mismo tiempo, sé que me amabas como nadie me ha amado nunca en la vida, porque nadie sabe amar como tú.
-Sí, no lo he negado aún antes de irme, antes de dejarte te lo dejé bien claro, es la primera y la última vez que te lo digo: te quiero y siempre te querré. Parece ser que he cumplido....Ojalá no te hubiera amado! Ojalá hoy no hubiera venido porque...porque vuelve a abrirse en mi las heridas, se abren arrasando con todo lo que por mi pasa, y sabes algo, cuando el alma llora de esta forma tu silencio lo único que consiguió fue acabar con ella, darle estúpidas esperanzas a una muerta, Ojalá no hubiera venido....
-Ojalá yo tampoco...pero si te digo la verdad te necesitaba para seguir con mi insulsa vida, no sé porqué mis pasos mi corazón, esta agitación me trajo paso a paso a este lugar que no pisaba desde hace demasiados años porque no podía respirar en el lugar donde estabas tú, donde siempre estuviste tú, en este sitio donde te besé, donde te acaricié, donde..
-Es mejor que nos vayamos, porque no es sano reabrir tantas heridas para nada, porque yo seguiré adelante con mi vida y tú con la tuya, yo seguiré llevando a cuestas mis muertes y tú la mía.
-Yo seguiré llevando siempre tu sonrisa, tus letras, tus labios, tu calma, tu silencio y tus ojos enamorados, no estos fríos, insensibles, vacuos, no, estos no, los míos, los que tuve yo, y únicamente yo, porque sé que ningún hombre ha llegado a tocar ni siquiera un ápice del alma que fue mía.
-Ja...ay, ojalá no hubiera venido!
Se levanta, se enjuaga las lágrimas, le da la espalda, ni tan siquiera lo mira al irse, ya no, realmente era mejor seguir engañada que confirmar que la persona que le arruino la vida no vale nada.

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