lunes, 7 de marzo de 2016

SUEÑOS...


“Fuiste un sueño, una breve ensoñación, donde las mentiras tuvieron todo el protagonismo, ahora simplemente quiero que te vayas, que desaparezcas, porque es mejor saber que no estás, a seguir tratando todas las mentiras que fuimos viviendo, yo creadora de sueños, tú, destructor de cada uno de ellos…si tu lengua adquiría movimiento, tan sólo era para ir mintiendo una vez tras otra, ya no sé que será de mi, no importa si es o no una condena estas sensaciones que tengo, lo único que importa es que todo fue mentira, ese extraño sueño, en el que las ilusiones nunca se cumplieron ni se cumplirán, sí, sé que todo es lo que es…
-Una mentira, ya lo dijiste, lo sé…
-Vaya! Ahora hablas, para qué si se puede saber?
-no sé, ni siquiera se porque lo hago, simplemente se articularon en mi boca y las emití como de costumbre, sin sentido, pero salieron , quieres que las retire?
-No, da igual, como tú dices, son sin sentido, como todo tú, eres un sinsentido en todos los aspectos, yo creía en cada una de tus palabras, de tus miradas, de tus pequeñas caricias…
-Sí, ya sé, que no tengo defensa, ni siquiera quiero tenerla, no decirte, no explicarte, ya lo dijiste tú, fui una mentira, para qué explicar el motivo de las mentiras?...
-Para nada, eso es cierto, no tengo que preguntar, ya tampoco quiero saber, voy asumiendo que he ido perdiendo el tiempo, la vida, hasta los recuerdos de todo lo que respecta a ti, te amé, espero que al menos eso lo sepas, lo demás, lo demás tú sabrás lo que has hecho…
-Nada, lo reconozco, no hice nada, simplemente cree miles de fantasías para cumplirlas contigo, pero ni una de ellas se cumplieron porque no he sabido hacerlas realidad, tan solo fueron mis fantasías irreales…
Los últimos reproches, las últimas palabras que se habían cruzado, ese mal sabor por ese sinsentido pronunciado por los dos, por esas medias palabras teñidas de rencor, de dolor, de desastre, porque en realidad todo eso fue producido por el dolor de ambos, por un momento de debilidad, de querer arreglar las cosas y acabarlas de romper, de ir destrozando los sentimientos, todo por no pronunciar a veces la verdad, que es fácil hacerlo, decir lo que uno siente de verdad, en vez de ir acusando de tanta falsedad, en cualquier momento las personas se pueden ver obligadas a mentir, a ocultar algunos aspectos para no hacer sufrir, para ir dando la felicidad a la persona que aman, todo eso y más puede ser el resultado de múltiples errores, pero no de mentiras, ni de maldad, simplemente de la incapacidad de pensar.
Después de tanto tiempo perdido en acusaciones, la vida de ambos hoy por hoy tan solo se traduce en remordimientos, no hay un momento en que dejen de pensar en las cosas que se dijeron, asalta su mente cada tiempo, intentando  consolar su propia alma, cosa casi imposible, al fin y al cabo, esos pensamientos, esos remordimientos, mejor dicho, demuestran que aún siguen abiertas las heridas, que no han cicatrizado, que a fuerza de ir alimentándolas en cierta medida su alma se ha desgarrado, roto, incluso helado…ya no son capaces de mirarse a los ojos, ni de tocarse, ni tan siquiera de mentir, hasta eso agotaron, y ahora qué? Cómo consolar todo lo que estaba sintiendo? No había forma, ya no, porque todo lo que había pasado en cierta forma era y seria irreparable…
No sabían que habían ido a hacer allí, pero aquella tarde, a la misma hora, ambos se habían dirigido al mismo sitio, al mismo donde se habían encontrado, donde se habían conocido, donde se habían amado, aquel lugar que un día había sido su santuario, y como de costumbre, el tiempo había hecho estragos en el lugar, o en los recuerdos, porque el ser humano tiene el poder de ir desvirtuando gradualmente los colores, olores, y acciones de un tiempo pasado, todo, excepto quizás los sentimientos, que aún seguían siendo los mismos, al mirar alrededor, los árboles, los de entonces, ya no parecían los mismos, sin embargo ahí estaban, con sus nombres grabados, hasta con aquella mancha extraña que parecía que el árbol sangrara, eso no había cambiado, más el color de las hojas, de su tronco, de todo lo que era, si era diferente, distinto…pero el dolor del pecho, las lágrimas que iban cayendo apenas sin darse cuenta, esas eran las mismas, frías, amargas, lentas, eran todo lo que podía ser y más, el dolor seguía siendo el mismo, eso no había cambiado…su caminar si era más lento, más pesado, más angosto, era una cadencia interminable de dolor, una letanía de costumbres dolorosas, unas palabras escasas por la cercanía del fracaso, habían volado una tras otra todas las esencias vitales de la vida…y todo por alguien, que solo había dicho mentiras, cómo podía haberse destruido completamente por las mentiras de otra persona? Cómo había sido capaz de amar de esa forma a una mentira? Sería que no era tanta mentira? Sería que quizás las circunstancias había hecho que tuviera que ocultar las cosas? Y si realmente la había amado? Y si realmente …? Sí lo sabía, demasiado “y si…”; no había solución, ya no, todo era y sería a estas alturas aquella mentira…
Como ahora que sus ojos le estaban mintiendo, era como volver a formar la figura de aquel hombre, pero de caminar cansado, alicaído como el de ella, de pasos lentos…exhausto en el intento  de buscar un árbol, quizás el mismo que el de ella, pero sin suerte en el intento de encontrarlo…sus ojos le jugaban una mala pasada, volver al mismo sitio le había reportado más recuerdos de los necesarios, así que simplemente debería seguir hacia delante, caminando, esa imagen también desaparecería como el resto de imágenes que había forjado al llegar al lugar donde se conocieron, su caminar despacio iba dejando las huellas, tan solo debía seguir adelante y él se esfumaría, como todo lo que supuso en su vida, una imaginación, una ilusión, una mentira…pero el olfato no engañaba, era tangible , y estaba allí, en el aire, aquel olor característico, y sus ojos seguían empecinados en ofrecerle esa imagen, la misma, la de él…los cierra en un intento de alejar de su mente todos los recuerdos, de hacer que el dolor fuera desapareciendo, los aprieta fuertes, los cierra durante un largo momento, no los abre, los deja así, y al abrirlos, sigue estando ahí, mirándola, como si fuera verdad… es él, sigue siendo él, esta vez no es mentira, no es irreal, es él, que no se evapora, que ha regresado al mismo lugar…
-Eres real, pensé que mi mente me había jugado una mala pasada, pero no, veo que realmente eres tú…qué haces aquí?
-Y tú? Qué haces aquí? No sé mis pies decidieron traerme, he estado pensando todo este tiempo, en lo que hablamos, en lo que nos dijimos la última vez que nos vimos, y aquí estoy, mirándote…sin saber realmente que hago en este sitio, o sí, mejor no mentir más, te echaba de menos, y decidí venir al sitio donde te conocí, donde fui feliz a tu lado…
-Fuiste feliz conmigo? No dirás más mentiras…es extraño, esas palabras en tu vocabulario, juntas en un mismo párrafo, no sé, nunca las escuché por más que las busqué, pero también es cierto que mejor no más reproches, yo también porqué a pesar de todo te he extrañado, te he echado de menos, y no me gusto todo lo que te dije aquella última vez, por todo eso te pido perdón, no me gustaría que quedáramos con ese recuerdo, en serio que no.
-Ni yo tampoco, no sé si un día podremos volver a ser amigos, pero al menos yo intentaré que lo seamos, si tú me lo permites, quizás sea la única forma de no hacernos más daño, quieres al menos eso?
-Sí, creo que es un buen comienzo, yo también estoy dispuesta al menos a seguir hablándonos, viéndonos, y de alguna forma cultivar una amistad que nunca conseguimos tener como pareja…
Una conversación aparentemente racional, buena, sin embargo deja en el ambiente un sabor rancio, amargo, como de destrucción, no se sabe bien a qué deja sabor, pero no creo que ninguno de los dos haya sido sincero, ni piense cultivar nada, a veces el ser humano se dedica a mentirse a sí mismo culpando a los demás, y en momentos como estos, es mejor estar lejos, porque de ahí no nacerá la verdadera amistad…

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